One Shots ELDARYANOS

Nevra (1)

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- ¡Que no, Nevra! - Le aparto de encima mío.- No voy a seguirte tus jueguitos pervertidos. ¡Ve a buscar a otra que te consienta como quieres!!.

- ¿Y si te digo que te va a gustar? - Se acerca a mí con lentitud de nuevo y me sujeta con firmeza de las caderas, decidido a no dejarme escapar hasta tenerme bajo sus sábanas.

- No me importa, no quiero nada contigo.- Suelto seca. Las manos de Nevra apretan mis caderas contra él y me obligan a sentir el calor de su cuerpo; en otras circunstancias habría matado por tenerlo así.

- Eso no es lo que huelo.- Susurra seductor acercando sus labios a mi cuello.

Apenas con sentir sus labios rozando mi piel logra sacarme un suave suspiro.

Llevo una mano a su pecho con intensiones de empujar muy, muy ligeramente.- No juegues, son imaginaciones tuyas.-Aprieta el agarre de mis caderas, enterrando sus dedos sobre mi piel casi desnuda.

- Sabes lo mucho que me molestan las mentiras.- Me regaña en tono ronco. Ya sabía lo que significaba hacerse la difícil con Nevra cuando él puede oler mis hormonas alborotadas por él. En un principio le divierte, pero siempre acaba regañandome.

- Ya sueltame. Estoy enojada contigo, ¿No ves? -Digo con la voz flaqueante. ¿Por qué demonios tiene que jugar a esto cuando me enfado con él? Siempre es igual, siempre quiere solucionar todo follando.

- ¿Por qué? - lleva sus manos a mi trasero, agarrándolo con fuerza, con lo que suelto un gemido mezclado con frustración.- ¿Es por lo de Alejea...? - Masajea lentamente mientras me mira a los ojos lascivo, como si no fuera nada para él el tenerme en esta posición.

- E-es porque...- Gimo alto, maldigo el día en que descubrió el poder de sus manos.- Mierda, Nevra.- Lo tomo de los hombros, empiezo a impacientarme, pero él mismo sabe lo que significa.- Siempre haces l-lo que te d-da la g-gana y...- Agarra con más fuerza mi trasero. El desgraciado sabe cuanto me gusta, y sin embargo sólo juega así cuando estoy cabreada.- Y p-pretendes solucionar t-todo con los d-dedos...- Gimo al sentir su lengua recorrer mi cuello y sus manos apretar con desgarradora fuerza mi trasero, pegándome a él hasta permitirme sentir aquel gustoso bulto.

- Sigue...- Indica burlesco, era una forma de decirme "Sigue si te atreves". Sólo tenía dos opciones: Seguirme quejando y probar que no puede hacer lo que se le da la gana, o disfrutar.

Y el poder de la carne pudo más conmigo.

Empiezo a mover las caderas contra él a fin de sentir lo que quiero con tanta hambre, él me consiente y castiga a la vez tumbandome a la cama con fuerza. Es de esas cosas que puedo disfrutar sólo cuando él me lo permite, mientras prefiere ir suave y tranquilo yo deseo con el alma que vaya con fuerza, ya está. Son mis deseos más ocultos.

Las únicas veces que me regala semejante placer son cuando nos peleamos o cuando me enfado. Sea como sea, amo estar enojada.

Me jala de las piernas para orillarme en la cama y me desviste con delictiva lentitud, a fin de impacientarme.-Ya hazlo...-Me quejo al sentir las pulsaciones de mi parte pidiendo atención urgentemente, pero en los planes de Nevra nunca está el "hacerme feliz sin torturarme antes".

De golpe hace que me gire de manera que quedo prácticamente arrodillada, apoyando el torso en la cama. Ahí acostada me levanta la falda del vestido para luego bajar mis bragas hasta las rodillas, entonces me agarra por el cabello y recibo el primer golpe.- ¿Desde cuándo yo sigo ordenes?.-Suelta ronco, embriagado por el poder de tenerme en esta posición. Yo misma soy consiente de que le gusta verme así y abuso de eso cuando veo la oportunidad. Me da una segunda nalgada, considerablemente más fuerte que la anterior.- Tú no eres la única con quejas, muñequita.- tira de mi cabello y suelto un gemido, agarrándome con fuerza de las sábanas.- ¿Crees que me ha hecho gracia verte sobre las piernas de Ezarel? -Me golpea nuevamente más duro y yo gimo alto, casi soltando un pequeño grito.