Jackson and Jungmin' story, prro.

-Jackson el opacador-

Jackson Wang era un estudiante de baile de primer año en la HKAPA (Hong Kong Academy for Performing Arts).

Desde que era muy pequeño, Jackson soñaba con dedicarse a algo que hiciera feliz a la gente. Cuando descubrió que complacer a alguien, hacía infeliz a otro, también descubrió que lo más importante era hacerse feliz a él mismo.

Y a la mierda todo lo demás.

A partir de ese momento, Jackson quiso ser bailarín. Se dio cuenta de que una de las cosas que le gustaban de niño era sacarle sonrisas a la gente. A la gente que lo miraba. Poder ser la completa causa de los aplausos de un estadio completo.

Entonces Jackson se convirtió en un opacador.
Y ahora su objetivo era acabar siendo el protagonista de las obras que se realizaran durante el año escolar.

Este era su nuevo comienzo.
El comienzo de su nuevo sueño.

Varios de sus amigos asistirían también a la misma academia. De esto se estaba enterando el día que va a hacer las audiciones de ingreso.

  Flashback

Jackson se encontraba en la mitad de una cola de personas que sólo se habían movido un centímetro durante las pasadas 2 horas que él llevaba allí.
Se estaba exasperando. Y para colmo, las audiciones acabarían en 30 minutos, y por el ritmo que llevaba la fila, estaba claro que no llegaría a tiempo.

Así que decidió actuar.

Se movió lentamente de su lugar y avanzó hasta uno de los primeros lugares.
Como vio que nadie miraba, se acopló en un pequeño espacio de la fila, teniendo cuidado con que la persona delante no se diera cuenta.

Pero, como el destino es una perra, rozó el trasero de la persona frente a él, haciendo que ésta se diera la vuelta.

En el mundo pasan en un segundo, muchos acontecimientos. Afortunados y desafortunados.
Un acontecimiento afortunado hubiese sido que la persona que se girara fuera una pequeña y bonita chica que se sonrojara, él la mirase, pidiéndole con los ojos que lo dejara ponerse detrás de ella y ésta aceptase gustosamente.

Pero como (repito), el destino es una perra, se trataba de un acontecimiento desafortunado.
Quién se giró era un gran y musculoso hombre de como mínimo dos metros.
No le dio tiempo a reaccionar cuando ya estaba frente a frente con el gran tipo, notablemente enfadado.

"Oye, amigo, de verdad, lo siento pero creo que esto se trata de un error. Te explica..."

Jackson no pudo continuar porque el hombre lo agarró de la camisa, casi suspendiéndole en el aire, dispuesto a propinarle un golpe.

Jackson creía estar perdido, cerró sus ojos, aceptando su cruel destino cuando escuchó una voz procedente de la espalda del tipo.

"¿Jackson? ¿Jackson Wang, eres tú?"
No tenía ni idea de quien le hablaba pero, en su situación, cualquier cosa valía.

"¡¡¡Sí, sí, soy Jackson Wang, el mismo, no encontrarás otro igual. No hay en Hong Kong, ni en ninguna parte del universo alguien como yo. Soy yo, mierda!!!"

Gritó con todas sus fuerzas, retorciéndose ante el agarre del grandullón.
El chico de atrás le dice un par de cosas a su verdugo en algún idioma extranjero, y este lo mira desconfiadamente, para acto seguido bajarlo al suelo poco a poco.

Cuando vuelve a la tierra, Jackson tose dramáticamente, y se dispone a agradecer a su salvador, sorprendiéndose al darse cuenta del pequeño y delgado hombre detrás, el cuál no es ni más ni menos que su exnovio, Kunpimook Bhuwakul, alias Bambam.

"Así que, nos volvemos a encontrar Jackson Wang."

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"Jackson Wang, ¿quién es ese? Señorito, yo no conozco a ningún Jackson Wang. Ahora si me permite..."
Jackson se da la vuelta intentando escapar, cuando Bambam lo agarra del cuello de la camisa.

"¿Claro, entonces quien era el que gritaba que era el mismísimo Jackson Wang hasta hace un momento?"
Jackson suspiró resignado, aceptando su cruel destino.

"Mira, Bambam, siento mucho haberte abandonado y dejado sólo en esa fiesta de fin de curso llena de gente desconocida, para luego no contestarte las llamadas, ignorar tus mensajes, y mudarme sin decir nada. También siento mucho haberme acostado con tu hermana, no era mi intención inicial, pero ya que estaba en tu casa." siseó, poniendo una expresión de pena" También siento haberme quedado con el gato que teníamos. Mimiau no sobrevivió mucho tiempo de todos modos..."

"¡BASTA! ¡Joder, te juro, que si no me hubieras dejado tú, te hubiera matado!"

Bambam soltó exasperado.
Jackson cerró sus ojos, esperando el inminente golpe que nunca llegó.
Bambam sólo suspiró y siguió hablando.

"Mira, el pasado es pasado, y no te guardo rencor, aunque por supuesto, debería " afirmó" pero estoy limpiando mis chakras desde hace tiempo, ya que volví a Tailandia e hice rollos de budismo y eso, así que voy a seguir adelante, y te aconsejo que hagas lo mismo. No hay rencores, amigo, ¿ok? "

Jackson no pudo evitar la sonrisa que se lo formó en el rostro.
La verdad es que uno de sus mayores errores fue cagarla tanto con Bambam, el chico era una de las mejores personas que habría conocido nunca, y de verdad estrañó el hablarle, pero no podía volverse a comunicar con él de la nada, después de liarla de tal forma. Agradecía al destino por volver a traerlo ante él, esta vez, como lo que de verdad, siempre debieron haber sido. Amigos.

Hey, esto sí es una sorpresa, man.
¿YO ACTUALIZANDO?
~🍑