10.

36.1K 4.5K 465
                                    

A partir de ese momento, Jennie y JiSoo no habían parado de molestar a YoonGi.

El pálido había estado mimando todo el día al pequeño pelirrosa, siendo ambos muy cariñosos el uno con el otro. YoonGi no medía sus acciones estando con él, no podía.

Estaba recostado en su cama, boca arriba, pensando en JiMin. Últimamente ese pequeño inundaba sus pensamientos, pero, ¿era normal, no? Para él lo era.

Pensaba en aquellas sonrisitas tan tímidas e inocentes, sus mejillitas que solían ser 2 tomatitos, sus ojitos rasgados, sus pequeñas manitas y deditos, sus cabellos que siempre estaban en constante movimiento. JiMin era adorable, lindo. Independiente de su relación, cualquiera pensaría eso del menor.

Y le era casi extraño, jamás había pensado de una manera tan cariñosa sobre algún chico, o de una persona en sí. Ni siquiera de antiguas novias que había tenido. Quizás era porque su amistad con el pequeño era demasiado pura.

¿Qué pensaría su antiguo yo de que estuviera pensando eso sobre JiMin?

Probablemente se estuviera golpeando a sí mismo. Jamás se permitiría pensar eso de un chico.

Pero no...

Él estaba seguro de que sus pensamientos sobre el pequeño lo tiene cualquier mejor amigo a mejor amigo.

Se levantó, agredecía que en esos momentos, Jennie y JiSoo se encontraran durmiendo. Podría tener un momento a solas consigo mismo.

Fue al salón de la casa y se tumbó en el sofá, prendió el televisor y se dispusó a ver alguna serie para despejarse.

(...)

Pasadas ya casi 1 hora de estar sentado, "viendo aquella serie" —cosa que era mentira, porque estaba ya por quedarse dormido—, sintió toques en la puerta. Se preguntó mentalmente quien estaría interrumpiendo su momento a solas.

Los toques en la pueta siguieron, por lo que no tuvo más remedio que levantarse y abrir la puerta, con su mejor cara de odio.

Pero jamás esperó que la persona que estaba tras la puerta sea...

—HyoJin...

¡Los amigos lo hacen! | YM. [ #O1 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora