Bonita.

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Zayn

Suavemente, salí de ella, dejándola de pie por sí sola. Ella se agachó, y recogió el sujetador para ponérselo de nuevo. Se acomodó su camisa, se bajó la falda, y ambos miramos sus destrozadas bragas.

-¿que parte de tener más cuidado con mi ropa la próxima vez no quedó claro?-

No pude evitar reír.

-lo siento, lo tendré en cuenta al llegar al hotel-

Ella me sonrío.

La guié por el pasillo, y avanzamos cogidos de la mano. Cinco minutos más tarde, nos deslizábamos dentro del taxi, contento por volver a estar solo con ella, aunque no estaba muy seguro de a qué se debía aquello, nunca había disfrutado tanto como lo había hecho con Selena...
Quizás era la pequeña y sexy sonrisa que resplandecía en los oscuros confines de aquel taxi lo que me hacía disfrutar tan solo de su presencia.

-¿Por qué la sonrisa?- le pregunté, mientras el taxi se alejaba del el bar. -¿Estás emocionada por llegar al hotel?-

Ella se mordió el labio, estaba condenadamente atractiva, incluso bajo aquella tenue luz. Me respondió suavemente, para que solo nosotros escucháramos.

-Oh, en parte, pero... es que estaba pensando en el hecho de que no llevo bragas-

Noté cómo se me tensaba la ingle y no pude evitar concederle una pequeña sonrisa.

-¿Sueles sonreír cuando no llevas bragas?-

-Nunca he ido sin ellas hasta ahora -me confió.

Aquello me sorprendió un poco, porque parecía completamente despreocupada.

-¿Nunca? -le pregunté.

-Jamás.-

Sin planearlo, me incline hacia delante en el taxi y la besé.

-Quédate en mi habitación esta noche -le dije al oído en voz baja.

Ella se hizo hacia atrás para poder mirarme y le ofreció una sonrisa juguetona.

-Tengo que advertírtelo, esa cosmo, me ha dejado algo atontada. Puede que me quede dormida pronto.-

-No me importa, siempre y cuando lo hagas desnuda.-

(...)

Selena estaba tumbada en mi cama y se le cerraban los ojos. Me levanté sobre ella, sonriéndole. Al parecer, habló en serio acerca de que la bebida la había dejado algo atontada.

-¿Estás despierta?-

-Mmm -murmuró ella.

-¿Quieres dormir con la ropa puesta? -al ver que no le respondía, añadí: -¿o quieres que te desnude yo?-

-Mmm, sí eso.-

Empecé con sus sandalias. Acaricié delicadamente sus tobillos, y las retiré, lentamente.

Deje caer con suavidad las sandalias al suelo, a los pies de la cama gigante, y después fui hasta su blusa, y empecé a desabrocharle los botones del pecho, hacia abajo. Apenas había tenido la oportunidad de ver el sexy sujetador que llevaba; lo había visto a través de la tela de la camisa, que era muy trasparente, y echado un vistazo cuando estaba dentro de ella, pero en aquel momento me fijé en los bordes afestonados de las copas de corte bajo y la manera en la que elevaban sus pechos hacia arriba, creando unos montes redondos y firmes.

Mierda. Deseaba besarlos, masajearlos.

Pero ella estaba dormida, o lo suficientemente cerca de estarlo, así que todo lo que podía hacer era mirar, y sufrir cómo una excitación crecía bajo la cremallera de mis pantalones.
Necesitaba algo de ayuda para quitarle la blusa.

-Vamos, Sel, levántate para mí -

Le susurré, mientras deslizaba uno de los brazos bajo su espalda. Ella cooperó, dejando escapar un gemido ligeramente gruñón, y le pude quitar la blusa pronto. Y, dejando ahora las dos manos bajo su espalda, desabroché a ciegas el sujetador y también se lo quité.

Por supuesto, le miré los pechos, porque un hombre no podía desvestir a una mujer y no mirarle los pechos.

No tenían un aspecto tan firme como cuando llevaba puesto el sujetador, pero todavía eran preciosos, habían un pequeño lunar en uno de ellos. Joder, deseaba chupárselos, como lo había hecho en el almacén. Pero aquella vez quería que todo fuera mucho más lento, para poder explorar cada una de sus delicadas curvas, su vientre suave y plano, sus sedosos hombros, toda la longitud de su cuello. Sentí cómo me endurecía solo pensando en aquello, y aún más cuando mi mirada volví a recaer en su pecho. Copas C, supuse, y después recordé que tenía el sujetador en la mano. Observé la etiqueta y, como había pensado, encontré marcado: 90C.

Dejé su blusa y su sujetador sobre el banco tapizado que había al final de la cama, y después regresé para deshacerme de la última pieza de ropa que le quedaba. Era un ensueño de belleza, tumbada desnuda, excepto por su falda, con los brazos colgando ahora sensualmente sobre la cabeza.

Con suavidad, le baje la cremallera de la falda, y deslice el jean alrededor de sus caderas.

-Levanta las caderas, Sel-

Insistí, tirando suavemente hacia debajo de la tela hasta que su trasero se levantó ligeramente.

Llevé la falda hacia las rodillas y más abajo. Pronto la dejé también sobre el banco, al mismo tiempo que estudiaba la unión de sus muslos. Rápidamente aparte la vista. Por Allah, ¿qué me estaba sucediendo? Parpadeé fuertemente, y comencé a mirarle el rostro. Era tan bonita. Me acerqué a ella, y le bese los delicados labios.

Me desvestí, y me acosté a su lado. Acerqué su cuerpo al mío, y la abracé con fuerza.

Me quedé dormido rápidamente.

¿Zerrie? ¿qué es eso? I Could Be The One. (Zayn Malik y Selena Gomez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora