XI

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Capítulo 11: El señor Hale.

Derek veía con toda calma las olas tranquilas chocando con la arena, junto a Damon, Stephan y Scott quienes hablaban calmados con Cora y Laura. Y todo hubiera seguido en calma, si Yoselin no hubiera pasado en bikini o Stiles no estuviera haciendo una guerra de agua -que ameritaba sacarse las camisetas- con Mitchaell y Isaac.

De pronto a todos les dio necesidad por acercarse a sus -no- parejas, pero… tal vez Stiles lo había hecho para llamar la atención de Cora y Laura, ¿No?, y tal vez, Isaac, Yoselin y Mitchaell escucharon su plan y decidieron -sin fines de lucro- ayudarlo sin ayudarlo en realidad.

Pero qué más da, ¿No?, después de todo no es como si todos hubieran caído de una, sin encontrar raro que Yoselin corriera en cámara lenta con Malia sosteniendo un ventilador a pilas que hacía su cabello moverse como en las películas , pff… lo más normal, o que Stiles riera más fuerte de lo normal o que Isaac hiciera de repente poses como si estuviera posando para una revista o que Mitchaell mirara fijamente a Stephan mientras mordía su labio y que por desconcentrado no viera la ola venir y terminara de culo con arena hasta en el traje de baño.

Si, una tarde normal en la parte de playa privada que tienen los Hale.

Luego de haberse… muerto de la risa porque Mitchaell no fue el único en caerse, no, Malia tropezó con sus propios pies haciendo caer de cara a Yoselin. Y Isaac por intentar hacer una pose -bastante ridícula cabe decir- hizo que a Stiles se lo llevará una inmensa ola y que este, lo llevara en contra de su voluntad y lo enterrara hasta el cuello al lado de un Scott muerto de la risa.

Todos pasaron una vergüenza monumental, pero a fin de cuentas fue divertido para los que no hicieron el ridículo y se enamoraron aun mas al ver a sus -no- novios sonrojarse.

Excepto Malia, si, la castaña parecía que moriría sola con 20 gatos.

Llegaron a la casa luego de ese agotador día, encontrándose con que el señor Hale había vuelto de su viaje de negocios en Paris.

─ ¡Papá! ─Gritaron mientras corrían a abrazarlo Cora, Laura y Derek.

El azabache a pesar de que se veía muy cansado, sin ninguna queja recibió los apretados abrazos de sus hijos, su sonrisa demostraba un profundo amor por ellos y brillaron al ver a Talia. Stiles lo miraba, observaba maravillado como brillaban los ojos del Hale mayor, como se sentía el aroma a hogar salir de los poros de ese abrazo entre los padres y sus 3 hermosos hijos y pensó en que… si eso lo esperaba, imaginó su casa, su trabajo, su habitación, su ropa, su auto, sus hijos, sus nietos incluso su teléfono, pero al imaginar todo eso, llegando a casa un día cualquiera y ser recibido por su pareja… no pudo ver nada.

Sintió, lo hizo, sintió su corazón acelerarse al sentir los labios de la otra persona, sintió los brazos a su alrededor, sintió su aliento de menta, escuchó su risa luego de un gran beso, pudo oler su perfume que en realidad no era perfume, sino su esencia, una esencia a bosque, café y libros.

Pero si quería ver su rostro, pelo, piel o ojos, no podía, no había nadie ahí, no sabía si sería pelirroja, tal vez castaña… o azabache.

Sus ojos serían azules, ¿O tal vez cafés?, ¿O verdes quizá?

¿Una piel pálida?, ¿Aunque morena será mejor?, ¿O como un caramelo?

Se frustró al no saber como sería, solo le quedaban los sentidos, es como si no pudiera ver, pero sabía que estaría ahí, esperando por él.

Y ahí fue cuando se hizo esa pregunta.

¿Será mujer… o hombre?

En ese momento despertó de su trance, al escuchar esas palabras salir de la boca del señor Hale.

─Stiles, ─Suspiró. ─ se que lo que te pediré tal vez sea demasiado, pero no encuentro una persona mejor que tú, tan familiarizada con todos, recibiendo día a día un cariño tan general de parte de todos, ─Miró a los demás, específicamente a sus hijos y Talia. ─ ¿Recuerdan que les dije que había una mala noticia? ─Ellos asintieron con su típico ceño fruncido. ─ pues, los socios de la empresa dicen que debo conseguir un heredero para todo esto, que debe ser lo antes posible y que hasta que lo haga, congelaran todo mi dinero en el banco, obviamente sé que ya los tengo, pero para poder heredar algo como una empresa mi heredero debe… estar comprometido. Por eso, Stiles ─Se volvió a mirarlo dejando a su esposa e hijos estupefactos. ─ por favor, ¿Podrías casarte con uno de mis hijos?

El castaño abrió la boca para contestar, pero antes de que pudiera si quiera formular una respuesta, todo se volvió negro para él.

¿Como no amarlo? [AU Teen Wolf]Where stories live. Discover now