La oveja negra de la familia

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[Jaebum]

Era mi Mark. Pensé que mis ojos me estaban engañando, no podía ser él. Lo había buscado por tierra y aire, había discutido millones de veces con mi padre para que me dijera donde lo mandó y ahora estaba aquí, frente a mi. Me había quedado paralizado por qué lo reconocí de milagro.

Seguía teniendo ese porte, esa mirada, el cabello rebelde, esa seriedad tan típica de él pero a la vez estaba cambiado, irradiaba seguridad en sí mismo, parecía seguro y calmado, como si controlara cualquier situación, estaba realmente atractivo y es que no podía negar que había crecido y su físico ya no era el de aquel chico flacucho de primer año, no... ahora era un hombre de veinticinco años hecho y derecho, más corpulento.

—¿Ma...Mark?— pregunté con nerviosismo.

—¿Puedo entrar o no?— me preguntó el sin asomar ningún sentimiento.

—Pasa— le dije abriendo la puerta y el entró con una bolsa de deporte al hombro, mientras todos los invitados en el funeral lo miraban sin entender nada.

Para mi padre fue tal decepción lo que ocurrió que había borrado que alguna vez estuvo casado con la madre de Mark, no había nada en la casa que hiciera referencia a él o a su mamá. Se deshizo de todas sus cosas, no había retratos de ellos en toda la casa y por supuesto... nunca más los volvió a mencionar. Cuando mi padre supo que tenía novio me echó de la casa y tampoco supe de él un par de años.

¿Cuánto había buscado a mi hermano y ni el mejor detective de la ciudad lo encontró? Y ahora estaba aquí, enfrente de él completamente paralizado por la sorpresa.
Quería lanzarme y abrazarle, pero no creo que fuera oportuno, estábamos en el velorio de mi padre y dudé por un momento si Mark seguiría siendo aquel chico que se marchó, creo que no, no sentía la confianza de antes con él y me daba miedo darle un abrazo aunque me moría de ganas por hacerlo. Seguramente él me había apartado y es que sus ojos lo decían todo.

Mark se acercó al féretro, lo vio y pasó de él sin expresión alguna. Jinyoung se acercó a mi con lentitud y en un susurro me preguntó quien era el joven de la bolsa que había pasado del cuerpo del difunto.

—Es mi hermano— le dije sin apartar mi vista de Mark.

—No sabía que tenías un hermano— me dijo sorprendido.

—Ni tú ni nadie, mi padre no quiso que nadie supiera jamás.

—¿Qué ocurrió?

—Una larga historia. Digamos que hubo una fuerte discusión familiar. Si me permites iré a hablar con él— le dije y él rozó mi brazo con suavidad mientras me sonreía y me animaba a ir a buscarle.

Lo había visto salir hacia la terraza y cuando salí tras el, lo encontré sentado en las escaleras del porche mirando a unos niños jugar en la calle. La bolsa estaba a su lado y fui a moverla para sentarme, pero su mano fue más rápida cogiéndola y apartándola de mí para que no la tocara.

—¿Te acuerdas cuando jugábamos como esos chiquillos?— le pregunté intentando iniciar la conversación.

—Ya crecimos— me dijo serio.

—No creí que vinieras al funeral.

—Lo dudé— me dijo sin mirarme —siendo sincero... no quería venir, ni se merece que esté aquí.

—Te he echado de menos— le dije pero él sonrió y agachó la cabeza sin creerme.

—No seas mentiroso Jaebum, todos están mejor sin mi, pero tranquilo en cuanto acabe todo esto me largo de nuevo.

—Eso no es cierto Mark, te busqué.

—Pues no buscaste muy bien— se quejó y se levantó tomando su bolsa al hombro.

B E A U T I F U L   S k YWhere stories live. Discover now