❝You must come back home❞➽ 집 [AU]

Cap8: Hope World

- El menú cohete feliz, una hamburguesa maxi sin queso y patatas doradas – Exclamó Hoseok desde el otro lado de la barra.

- ¿QUEEE? - Preguntó el cocinero - ¿ QUE DIJJISTE?

- ¡¡¡EL MENÚ COHETE FELIZ, UNA HAMBURGUESA MAXI SIN QUESO Y PATATAS DORADAS!!!!

El camarero asintió y levantó el dedo pulgar para afirmar que le habían entendido. Era casi imposible comunicarse en ese recinto, el ruido y los chillidos de los niños le impedían hacer su trabajo bien.

Hoseok trabajaba en un recreativo/restaurante bastante conocido llamado "Hope World". La mayoría de personas, para no decir todas, odiaría tener el trabajo que Hoseok tiene, pero el no lo odia, mas bien lo ama. La sonrisa de los niños al acudir a aquel lugar le animaba, le daba fuerza para continuar más que el salario que cobraba . Ganaba muy poco dinero para la cantidad de horas que trabajaba, casi se le podía llamar explotación.

Entre las luces de colores, los flashes de las maquinas y centenares de niños que correteaban sin destino alguno diviso a Mejiwoon, su hermana pequeña. Mejiwoon le solía visitar mucho al trabajo, siempre le sonreía le contaba chistes o le explicaba que tal le fueron las clases. Pero esta vez parecía apagada, triste. Se hizo camino para hablar con ella.

- ¡Hola! - Hoseok le sonrío – ¿Que te pasa cariño mio?

- No soy tu cariño, no ahora que te olvidaste. - Sin duda Mejiwoon no estaba triste, más bien decepcionada, enfadada.

- ¿Eh? ¿Me olvidé de algo? - Hoseok pensaba una y otra vez, que podía haber sido aquello tan importante que olvidó.

- ¿Cuantos años tengo?

- Mierda... - Se percató de en que día estaban, el cumpleaños de su hermana. - Lo siento... Lo siento muchísimo.

- Ya casi nunca te veo, ni en navidad, ni en mi cumple. Ahora ya tengo diez años, ya soy mayor pero por muy mayor que sea no puedes irte así. Ahora ha sido la primera vez que te veo en todo el día y son las 8:57. Te echo de menos.

- Lo sé, lo siento muchísimo cariño. No se que decirte... Desde que papa y mama... Bueno ya sabes tuve que cuidar de ti, te aseguro que esto es lo mejor. Si no trabajo no puedo hacer dinero, mantenerme a ti y a mi es mucho mucho tiempo trabajando. Y nunca te dejaría en un orfanato, no a mi niña nunca. Bueno, ahora hagamos una cosa, así te recompensaré. Tu irás a casa, te ducharas y me esperaras en el sofá, te dejo ver la tele hasta que llegue.

- ¡NO! Es mi cumple, quiero verlo.

- Ya sabes que no puedes, es solo para gente autorizada...

Desde hace ya un tiempo la hermana de Hoseok había experimentado una especie de obsesión por una sala del local. Era una sala sin gracia, con escobas, fregonas y todo aquello que se tendría que utilizar cuando un niño vomita. Hoseok no entendía aquella obsesión por aquel lugar.

- Quiero verlo...

- Bueno... vale, pero te aseguro que no es nada emocionante, son cuatro fregonas. - Hoseok sabía que estaba haciendo mal, que no tendría que permitirle aquel caprixo, de alguna manera la tenía que educar y entrar en sitios "prohibidos" no era lo ideal.

Hoseok le cogió de la mano a su hermana y se dirigieron hacia la puerta del desvan, con una llave abrió la puerta, Mejiwoon estaba súper alegre, alegría que pronto se apagaría al ver la estancia, no había nada, nada de nada.

Hoseok entró confundido ¿como era posible? allí había una estantería por allá las fregonas y aquí cerca se encontraban los uniformes de la empresa. Mejiwoon entró tras el, escondido tras su espalda, entonces la puerta se cerró dejandoles una completa oscuridad.

「 ¿Estás seguro? Solo tiene diez años?.」

Mejiwoon agarró fuertemente el brazo de su hermano el cual intento abrir la puerta, pero no pudo. Golpeó a la pared un par de veces y grito que le abriesen sin resultado ninguno. Mejiwoon tenía miedo y comenzó a llorar en el hombro de su hermano.

- Hey, hey tranquila, no te preocupes ya veras como nos sacaran de aquí – Le consoló.

- ¡No es verdad!

- ¿Como que no es verdad? ¿Acaso te mentiria yo? Confía en mi, seguro que nos encontraran, no tienes porque preocuparte. Alguien habrá cerrado la puerta pensando que no había nadie... es lo mas posible.

- Escucha.

El silencio inundó la sala. ¿Como era posible? Los gritos de los niños y el ruido de las maquinas se escuchaban hace un momento... antes de que se cerrara la puerta.

 -Sera que la puerta aísla el ruido... - Hoseok se comenzó a preocupar más al darse cuenta de que en la situación en la que se encontraban no era muy normal. - Eso espero – Lo ultimo lo dijo más bajo, intentando que su hermana no lo escuchase.

 El había estado millones de veces en aquella sala, nunca la habían limpiado ni habían canviado los muebles desde que el tenía aquel trabajo, aún así tenía que haber una explicación lógica para todo aquello, no podía desaparecer sin más. Y la puerta, nunca antes había aislado el sonido tan bien como lo esta haciendo ahora, practicamente parecía como si estuviesen solos, solos en la nada. Hoseok palpo el suelo para después sentarse en el, apoyado contra la pared.

- No te procupes, ahora ven conmigo, mientras esperamos que alguien nos abra la puerta estaremos aquí sentaditos. Tranquila seguramente no será nada, no tienes porque tener miedo. Yo estoy aquí.

La menor camino con cuidado alzando los brazos hasta tocar la cara de su hermano y le dió un abrazo. Se sentía un poco aturdida, utilizaba a su hermano como cojín y se durmió mientras que Hoseok seguía despierto.

Estuvo totalmente estético durante horas, preguntándose si ya habrían cerrado el local. Abrazaba a su hermana dormida en sus brazos, por suerte la tenia a ella.

「 Pero no por mucho tiempo.」

Unos minutos despues sintió como que comenzaba a dormirse, sin embargo quería continuar despierto, no sabía que pasaba, pero sospechaba de que no era bueno. Y protegería a su hermana como fuera. Pero no siempre es posible proteger a sus seres queridos. Sintió como su hermana desaparecía, poco a poco, cada vez notaba menos su existencia. Su respiración se apagaba su tacto no era tan real como el de antes, hasta que se encontró abrazando a al aire, estirado en un suelo en medio de la nada.