Unos seis meses después de que su amada madre se separara del rubio explosivo, trajo a alguien a su casa.
Tadahiro había sido cauteloso, todavía dolido y enojado por cómo las cosas habían ido con Katsuki, no estaba ansioso, ni feliz de conocer a Dabi.
Dabi tenía muchos hijos (por lo que oyó en una conversación entre su mamá y su tía Ochako), todos mayores que Tadahiro, y parecían compartir la opinión del peliverde sobre la relación de su padre y madre.
No les gustaba.
El hijo menor de Dabi, Kouta, le dijo a Tadahiro que no duraría. Que las relaciones de su padre nunca duraron.
Él le preguntó por qué y el se encogió de hombros.
"Es así como es", dijo. "Le gustan las mujeres, probablemente le gusta mucho tu madre, teniendo en cuenta que nos la presentó, pero él siempre se aburre y regresa a con Toga al final".
Tadahiro le había preguntado por Toga pero no había recibido una respuesta directa del pelinegro menor ni de ninguno de sus hermanos, así que, al final, durante la cena, una noche, miró a Dabi, que le había dicho algo encantador a Izuku, y dijo: sin pensar realmente en eso, preguntó.
"¿Quién es Toga?"
Dabi se quedó quieto y callado tan rápido que parecía que se había convertido en piedra. Le lanzó a Kouta una mirada aguda, una mirada que lo hizo encogerse en su silla, antes de mirar lentamente a Tadahiro.
"Ella es mi amiga", dijo el hombre y la mirada del niño se redujo incluso cuando Izuku miró al pelinegro tatuado de forma extraña.
"¿Que tipo de amiga?"
"Tadahiro", el tono de Izuku decía que no estaba feliz, pero Tadahiro se mantuvo firme, por así decirlo, y siguió mirando a través de la mesa a Dabi.
Cuando el hombre no respondió, bufó y sacudió la cabeza, arrojando su tenedor sobre la mesa, empujando su silla hacia atrás y poniéndose de pie.
"Eres como Kirishima ", se burló del nombre del hombre que habia lastimado a su madre años antes. "Y odio a Kirishima".
Se giró y salió corriendo del comedor, ignorando el grito de su madre.
Terminó castigado por una semana por su comportamiento.
Pero en esa semana Izuku y Dabi rompieron.
Resultó que él tenía razón. Dabi no era diferente de los otros después de todo.
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Cuando el había ido a verla era solo para pedirle que se olvidará de todo, desde besos y promesas.
Grito por su estupidez al pensar que la amaba, pero sólo había jugado con ella de manera cruel.
Pero nunca lo odiaria.
Ella no era así.
