Capítulo 11: Significado.

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Narra Jimin.

-Entonces sé mía.

Lo dije, se lo había dicho sin ni siquiera darme cuenta de la magnitud de mis palabras. Ella guardaba silencio sin desprenderme la mirada, sus preciosos ojos estaban brillando más de lo normal y fue ahí donde comprendí lo que sucedía... ¿Estaba llorando? ¿Qué había dicho de malo? Cerró sus ojos y dos lágrimas cayeron por sus suaves mejillas, las limpié de inmediato con mis pulgares y cuando estaba por salirme de su cálido interior me detuvo rodeándome con sus piernas, de la manera más delicada que pudo se abrazó a mí y tomándome del cuello hizo que quedaramos totalmente pegados, apoyé mis codos a ambos lados de su rostro y teniéndola tan cerca me di cuenta de muchas cosas más que me gustaban de ella. 

Me gustaban los pequeños pliegues que se formaban en sus comisuras cuando sonreía, el grosor y el suave tono rosa de sus labios era perfecto, tenía pequeños lunares en su mejilla izquierda que la base de maquillaje que ocupaba cubría casi por completo pero que justo en este momento, producto del sudor que se deslizaba lentamente por su piel y de la cercanía que nuestros cuerpos habían conseguido pude notarlos en su plenitud, sus ojos eran más claros de lo que recordaba y ese tono de café era ahora en definitiva mi favorito. Tenía una pequeña cicatriz cerca de la mandíbula que parecía haber sido causada por un corte, pero era tan diminuto que solo estando a centímetros de cercanía podría alguien llegar a ver. Besé suavemente su mandíbula y luego detuve mis labios en los suyos, eran tan suaves que no pude evitar besarlos una y otra vez, eran como un imán para el metal.

El silencio no era incómodo en lo absoluto, su sonrisa me hipnotizaba cada segundo que pasaba y sus manos se deslizaban desde mi cuello hasta mis mejillas tan sutilmente que pareciese como si con una sola caricia de sus manos me podría desintegrar en cualquier momento. Me acariciaba como si quisiera comprobar que no era un sueño... Era tan adorable, mi corazón se sentía inundado de emociones que no era capaz de comprender por completo, me había enamorado solo una vez en la vida y no recordaba que se sintiera como esto. Su voz resonó en el silencio y quise decirle que necesitaba que hablara más seguido, era una tierna melodía escucharla hablar.

-Soy tuya, Jimin... Soy tuya desde el primer momento que te vi en "No More Dream" a través de la pantalla de mi primer celular, desde que supe de tu existencia al otro lado del mundo yo no hacía más que pensar en ti y en lo bonito que sería alguna vez tomar tus manos, mirarte a los ojos... Dios, ¡tus ojos! Te juro que tus ojos me cautivaron y no podía sacarlos de mi cabeza ni un segundo. Quería conocerte, decirte cuánto me llenabas el corazón de ternura, cuánto te amaba y lo mucho que me hacías sonreír y sonrojarme a través de una pantalla. Desde ese momento, me prometí que te conocería me costara lo que me costara. Trabajé tanto, tantas horas... Si era preciso no dormir, simplemente no dormía por ganar algunas cuantas horas extras. He llevado de la mano mis estudios y el trabajo sólo para venir hasta acá y mírame ahora. Es que no puedo creerlo, ¿esto es real?

Sus palabras me hicieron sentir seguro de reafirmar mi petición, sino era ahora nunca más me sentiría con el valor de hacerselo saber en un largo tiempo y no quería esperar. No me había dado cuenta que estaba malditamente solo hasta que la conocí, ¿por qué debería de seguir con esta puta soledad si la podía tener a ella en mi vida? Su ternura me conmovía, la manera en la que estaba aferrada a mí acariciando mi piel, provocandome escalofrios en cada parte de mi cuerpo, sus dulces ojos brillando en la luz de la luna y su suave voz diciendo cuánto me había amado a través de fotos y videos era todo lo que necesitaba para armarme de valor, sé que me tomaría como un verdadero loco y era consciente de los problemas que mi decisión apresurada me ocasionaría en mi trabajo pero aunque fuera arriesgado no retrocedería. No cuando se sentía tan bien estar entre sus piernas recibiendo todo su amor.

MÍA » Park Jimin y tú (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora