89

1.1K 79 1
                                    

De ti Evan nadie sabía nada.
Tal vez solo había sido alguna de las señoras de limpieza.
O tal vez un ladrón.

Pero el que encendió las luces no eras tú. Yo en verdad quería que lo fueras.

Aunque sinceramente no sabría que pasaría si hubieras estado allí aquella noche.

🏙🌉🌃

En la cama de Thomas todo olía a vainilla.
El chiquillo y su delirio por los dulces.

No recordaba que los demás chicos fueran hermosos, me despiste tanto observandote, que deje de lado todo lo que el mundo tenía por ofrecerme.

"Los angeles no existen"
Solía decir mi abuelo.

Pero mi madre lejos de él me susurraba:
" Los angeles no existen, pero existen niños lindos que cuando duermen parecen uno "

Al ver dormir a Thomas comprendí que ella tenía razón.

Era la perfección, un ángel, dormido o despierto.

Thomas era un ángel.

¿ Y Mathias ?

¿ Qué era Mathias ?

Cuando golpearon la ventana creí que serías tú.
Pero esta vez no había nadie.

Así que solo me cubrí completamente con la sábana.

Pude oír como se abría la puerta y entonces solté un grito lo más alto que pude.

Tú diste un brinco asustado y te golpeaste con la mesita de noche.

Estabas en el piso de mi habitación.
Iba a preguntarte qué :
¿Qué demonios hacías ahí ?

Pero preferí que ambos deberíamos ir e indagar sobre el extraño sonido.
Me susurraste en la oreja:

" Tal vez fue un gato "

Yo te afirme que no había ningún gato por la zona.

Pero aún así con el miedo que nos atrapaba, tú saliste y te quedaste un momento afuera, sin moverte.
Mirando fijamente en un solo lugar.

Pero solo mirabas, no hacías nada más que mirar como idiota.
Continúe mirándote y tú seguías sin hacer nada.

Después de dos minutos renegando con la mirada y apretando la mandíbula, entraste de nuevo a la habitación.

Me pasaste de largo y tomaste todas las cosas del suelo.

Yo te observaba desde mi cama.
Tú me miraste triste y comenzaste a caminar, decidido a irte.

Pero yo quería respuestas.
Baje de la cama y tome con fuerza tú brazo. Deteniendo tu caminar.

- ¿Qué es lo que está pasando?

Declare con mirada recia.

- No pasa nada, solo cierra esa ventana y vuelve a dormir.

Me llevaste a la cama y te quedaste ahí, estático por tres segundos para después de una maldición, volver a caminar.

- Mathi....

- Solo ve a dormir, carajo.

Me gritaste dolido.
Yo no toleraba los gritos.

- No me iré a dormir, quiero saber qué coño está pasando. Todos actúan extraño y pasan cosas raras y yo no sé el "por qué". Ni siquiera se que haces tú aquí conmigo en mi habitación, sin mi permiso. ¿Qué haces aquí tirado en mi piso?

Dije alterada, tu rostro se contrajo.
Pero tu rostro se relajo en cuanto yo te mire fijamente.

- Tranquilízate chiquilla.

- Al coño con tranquilizarme.

Volví a gritarte y te continúe empujando.
Tú me mirabas cada vez más sorprendido.

Me tomaste de ambas manos y me acercaste a tu pecho.

- Prometo explicarte todo cuando me sea posible. Lo juro.

- Tus promesas valen una mierda Mathias.

Tu rostro se contrajo entre la ira y el dolor. Yo trate de mantenerme tan firme como mis palabras dichas.
Pero no pude hacerlo ya que te abrace.
Me lance a tus brazos, lanzaste un quejido al aire y te alejaste dejándome allí parada como la idiota que era.

- Solo trato de cuidarte niña tonta, eso es lo que he tratado todo este mes. Tú no sabes lo jodido que está esto solo eres una niña tonta que cree que lo sabe todo. Pero no sabes nada chiquilla. Trata de comprenderlo. Solo quiero protegerte de todo y de todos. Pero ahora no puedo contarte nada, me tengo que ir y es por ti, por cuidarte. Porque te quiero y no quiero que te pase algo mucho menos por culpa mía. Es mejor que vuelvas a tu cama rosa con todos tus peluches y vuelvas a dormir mi pequeña niña. Es mejor para ti.

- Mathias no te entiendo nada.

Me aferre a tu pecho. Dejaste salir un gruñido y también me abrazaste.

Me miraste directo a los ojos, acercándote a mis labios.

Tú rostro hizo la mirada más dulce que pudo hacer y te alejaste de mi.

Seguías mirándome a los ojos.
Pero ahora desde una distancia respetable.

- Comprende es mejor que no lo entiendas. Créeme es por tu bien.

Soltaste mis manos dándome como despedida una beso en la frente.

Para después escaparte a toda prisa

¿Qué pasaba ahora Chico Nuevo?

Tenía que obtener respuestas...
Pero no sabía de donde.

El chico nuevo Where stories live. Discover now