Our Secret (Romanogers)

1•- Reencuentro

Hechos situados después del escape de la prisión en Civil War.

Después de que asegurarse de que Lang, Bucky y Sam estuvieran en un lugar seguro, y tener a Barton y Wanda dormidos en la parte de atrás del Quinjet -cortesía de T'Challa- Steve pensó que podía relajarse un poco.

Los últimos días pasaban por su mente sin dejar de atormentarlo. Desde luego el hecho de que Natasha Romanoff lo hubiera dejado ir en el aeropuerto y su angustia al no saber lo que había pasado con ella después de eso, no lo dejaban en paz.

- "¿Podrías confiar en que lo hiciera?" - la pregunta que le hizo Natasha el día que descubrieron a HYDRA dentro de SHIELD resonó en su cabeza -

"Ella estará bien Capitán es fuerte, las cosas que le proporcione para que pudiera irse le servirán por un tiempo"- sin duda las palabras del Rey de Wakanda eran tranquilizantes, pero no del todo y es que Steve no podía relajarse, es decir ¿Cómo podrías encontrar a la mejor espía que KGB y SHIELD habían tenido? Si alguien sabía cómo desaparecer esa era Natasha Romanoff.

El ruido que hizo el Quinjet al aterrizar lo sacó de sus pensamientos. Ya habían llegado , se volteó a despertar a Wanda y Clint mientras la puerta se abría y dejaba ver la granja de los Barton.

-Clint, Wanda - los llamó - ya llegamos, despierten -

Hawkeye fue el primero en despertar de su sueño seguido de Scarlet Witch, el alivio que vio en los ojos del dueño de aquella granja lo hicieron sentir miserable, ¿Cómo es que habían llegado a una guerra? Ellos eran su familia.

"Cuándo no tenía nada tenía a Bucky" - recordó.

Y cuándo no tenía a Bucky, los tenía a ellos, se reprochó.

Dejo de atormentarse cuando Clint lo llamó parado fuera de la nave, mientras Wanda lo veía un poco más atrás de Barton, con un deje de dolor en sus ojos.

-Vamos Capitán, ¿Qué esperas? ¿Una invitación formal? -

- Yo me retiro Barton, solo quería asegurarme de que llegaran con bien -

- ¿Quién te dijo que solo te podías ir? Estoy llegando a mi casa, 2 semanas después de que me sacaras de la cárcel, por una guerra, ¿Estas loco? En ese caso me hubieras lanzado del Quinjet en movimiento -

La carcajada que salió de sus labios y los de Wanda le hicieron darse cuenta que hacía tiempo que reía de esa manera.

-Vamos Capitán, creo que alguien estará feliz de saludarle - el extraño acento de Wanda resaltó en la pequeña conversión que mantenían los tres antiguos Vengadores -

-Está bien, de todos modos creo que me hace falta descansar un poco -

-¿Saben quien estará feliz de saludarme? - preguntó el agente mientras comenzaban el recorrido había su casa -

- ¿Tu esposa e hijos? - pregunto Steve mientras respiraba el aire fresco que la localización de la casa de Barton les regalaba -

- Y mi cama - respondió haciendo que los otros dos soltaran otra pequeña carcajada mientras subían la escalera de la casa -

Barton abrió la puerta de su casa con el corazón latiendo a mil, creyó que pasaría mucho tiempo antes de que pudiera regresar.

Estuvo a punto de gritar para darles una sorpresa a los miembros de su familia pero se detuvo al escuchar las voces de su esposa e hijos, al parecer lloraban, hizo una seña a Steve y Wanda y estos tomaron una posición de ataque mientras avanzaban lentamente hacia el lugar donde se escuchaban las voces.

-Todo va a estar bien, les prometo que su papá va a regresar pronto, yo me encargo de eso niños - esa voz hizo que los tres se congelaran en su lugar ¿ A caso era...? -

-Basta Nat - el pequeño susurró de Laura Barton confirmó la sospecha de Clint y Steve mientras se relajaban en dónde estaban sin avanzar, permitiéndose escuchar la conversación entre las 2 mujeres - niños vayan al patio.

Los 2 pequeños salieron por la puerta de la cocina que daba al lugar que les había indicado su madre. No sin antes los 2 darle un abrazo a su tía y un beso en la mejilla.

-Cuídate tía Nat - le pidió la pequeña niña mientras secaba sus lágrimas con sus pequeñas manitas y se iba detrás de su hermano -

-Natasha ¿Te volviste loca? No puedes solo ir a buscar otra prisión en medio del mar tu sola, es peligroso -

Steve y Clint se miraron el uno a otro extrañados, ¿Otra prisión?.

-Laura el Secretario está mintiendo ellos hubieran escapado de haberlos movido de prisión, siguen ahí y yo voy a sacarlos -

- Nat suponiendo que lo que dices fuera verdad, aún así no puedes ir tu sola, es demasiado peligroso -

-Todo va a estar bien Laura, Clint regresará a casa y los chicos saldrán de ese lugar, así se vaya mi vida en ello -

Steve sintió que su corazón se detuvo al escucharla decir aquellas palabras con tanta seguridad, ¿Estaba dispuesta a...?.

El llanto de un bebé hizo que todos se pusieran alerta y fue solo cuando corrieron hacia la escalera para llegar al lugar del llanto que las 2 mujeres notaron a los recién llegados que los miraban desde la sala.

La primera en reaccionar fue Laura que corrió a los brazos de su esposo sin importarle nada más con las lágrimas cayendo de sus ojos como cascadas.

Clint la atrapó en sus brazos mientras la besaba en la cabeza y la apretaba contra su cuerpo, como si tuviera miedo de que ella desapareciera en algún momento.

-¿Estas bien? Dios que alivio que estés aquí - decía la Sra. Barton mientras le preguntaba una y otra vez a su esposo si estaba bien.

-Todo esta bien querida, estoy en casa ya estoy aquí - le respondió Barton.

En cuanto habían notado que se encontraban en la habitación Steve y Natasha no podían dejar de mirarse, la primera en reaccionar fue Natasha que a paso lento se acerco hacia el Soldado que la miraba fijamente. Quería asegurarse de que se encontraba bien. Necesitaba verlo de cerca.

Sin que nadie lo notará Wanda que los observaba hizo un discreto movimiento con su mano haciendo que un pequeño juguete se atravesará en el camino de la espía que se tropezó, distraída al no apartar su mirada de la del Capitán.

Steve reaccionó al momento que el cuerpo de Natasha se impulsó adelante al tropezar con alguno de los tantos juguetes tirados en el suelo.

A pesar de lo letal que en realidad era el cuerpo de Natasha a Steve siempre le había parecido tan pequeño y delicado cuándo la tocaba o la sentía cerca de él. Tan menuda y delicada como una bailarina de ballet. La atrapó en un abrazo y solo entonces sintió que el peso que sentía en el pecho desapareció.

-Siempre solucionado tus problemas Romanoff - soltó Steve aún con Nat en sus brazos.

-Silencio Rogers - le respondió la espía mientras enterraba su cara en el pecho de Steve y rodeaba su cintura con sus pequeños brazos.

Todo estaba bien ahora.