– ¿Qué? –Preguntó con un hilo de voz, él me sigue mirando esperando alguna respuesta.– ¿Cómo que no sabes quién soy?
Retrocedo lentamente y mi espalda choca contra la pared. Esto no podía estar pasando, no a mí. Uno de mis mayores temores se estaba haciendo realidad, era verdad. Si él llegaba a despertar, era posible que no recordará nada.
– Jane. –escucho como dicen, pero lo escucho lejos, como si hablaran en un susurro a metros de distancia.– Jane. –ahora escucho más claramente y miro a mi alrededor.
Aún me encuentro en la sala de espera y mis amigos me miran preocupados.
Todo había sido una pesadilla.
– ¿Te encuentras bien? –sólo asiento un poco aún dormida.
– Si, sólo, me había imaginado algo. –me sonríen.
– Bien, entra, debe querer verte. –suspiró y giro la manilla para luego abrir la puerta solo un poco, me llevó la atención inmediata de él, quién me sonríe al verme entrar.
Haciéndome sonreír también a mí.
– ¿Cómo te sientes? –fue lo único que se me ocurrió preguntar. Él cierra los ojos un poco y suelta un gemido de dolor al acomodarse en la camilla.
– He estado mejor. –susurra. Yo río un poco y siento como mis ojos se llenan nuevamente de lágrimas.
– Oh Dios... –jadeo y me acerco a él y tomo su mano fuertemente. – perdóname... perdóname por favor, por favor. –repito sin poder aguantar más las lágrimas.–
– Hey. –me dice y le miró y como puede alzar su mano y seca mis mejillas.– perdóname tu a mí, por todo. Por lo del pasado, por hacerte sufrir tanto.
Niego con la cabeza y pongo su helada mano contra mi mejilla.
– Yo ya te he perdonado. Lamento haberlo hecho tan tarde, fui una grandísima estúpida.
– No, no lo has sido... ahora puedo comprender todo el dolor que te cause y estamos a mano. –Sonríe un poco y yo también lo vuelvo a hacer, acompañado de una pequeña risita.– estáis perdonada.
– Gracias. –le digo y cierro los ojos sintiendo su tacto. Sonriendo al pensar que todo lo que había imaginado y que me habían dicho era mentira y él, estaba bien, de nuevo, a mi lado.
– Oye. –abro los ojos y le miró con una sonrisa.
– ¿Qué pasa?
– ¿Me darías un beso? –escucho su tierna risa y me inclino un poco hasta rozar sus labios.
– Pues claro que sí. –le digo por último antes de besarlo completamente.
Sonrío entre el beso completamente feliz, las heridas del pasado, no volverían a hacerme daño nuevamente. Lo sabía.

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Patito Feo
RomanceZayn Malik hace una apuesta con sus amigos, enamorar a Jane George, el patito feo del instituto como todos la llamaban. Nada de sentimientos de por medio, él no se podía enamorar, pero el destino le hará una mala jugada, dándose cuenta de que la ver...