Jodidos III

14.3K 1.6K 829
                                    

Una vez, cuando pequeño, Jungkook se metió en problemas.

Llamaron a sus padres a citación con la profesora en jefe de su curso, pues estaba en último año del kínder y aún no entraba a la escuela. Para ese entonces, el matrimonio aún parecía funcionar y tanto su madre como su padre se sentaron frente al escritorio.

Resulta que Jungkook había golpeado a un compañero de clase. Un chico pequeño, de tez pálida, que nada había hecho aparte de no querer prestarle su juguete al castaño. La pelea podría haber quedado allí, como algo normal y corriente en preescolar, de no ser porque Jungkook lo golpeó hasta quebrarle la nariz y la maestra tuvo que intervenir entre gritos.

La madre de Jungkook se preocupó, y sus manos comenzaron a picar.

—Bueno, ¿Pero el niño no estaba dejándole jugar y por eso se enojó o qué?

La otra mujer negó con la cabeza.

—Hyun le pasó el juguete al rato. Alardeó un poco sobre lo genial que era jugar todo el tiempo, después se aburrió y se lo dió a Jungkook. Y Jungkook se enojó por algún motivo.

Las maestras sospechaban que Jungkook estaba siendo abusado físicamente en su casa, y no estaban lejos de equivocarse. Por aquella época, el padre de Jungkook solía golpearle cada vez que tenía la oportunidad. Cuando aún vivía, y supuestamente la pareja se amaba. Tuvieron que responder un largo cuestionario y dejar sus firmas en secretaría. Pero los Jeon sabían mentir muy bien, así que nadie descubrió lo que pasaba tras la puerta de la casa.

Cuando volvieron de la reunión, la madre de Jungkook fue a preguntarle por qué había golpeado al pobre chico. Y Jungkook respondió que había querido jugar con el robot tanto tiempo, que cuando finalmente lo tuvo en sus manos se dió cuenta que no sabía qué hacer con él. No sabía cómo usarlo. No sabía qué botones apretar. No tenía idea siquiera de qué significaban las palabras en inglés que salían de su boca. Así que se enfureció y golpeó al dueño de su descontento.

Hoy, doce años después de aquel encuentro, Jungkook volvió a experimentar el sentimiento al encontrarse de frente con Jimin en los baños del Instituto.

El rubio le miraba sorprendido. Con la boca muy abierta y los ojos casi saliendo de sus cuencas. Parecía incluso asustado. Sus piernas no temblaban, pero podía verse que no estaban ayudando a sostenerlo mucho.

—Park —Carraspeó el menor, tratando de comenzar una conversación.

— ¿Qué haces aquí? —Recibió como respuesta un tono venenoso.

—Lavarme las manos. ¿Tú?

—Mojarme el cabello.

—Bien.

—Bien.

El silencio se extendió, pero ninguno se movió de su lugar. Ambos sentían que estaban a punto de dar un paso adelante a lo que deberían de hacer, a hablar. Tenían que hacerlo, era importante.

Pero permanecieron callados. Y nadie más estaba entrando al baño, así que la ansiedad empezó a apoderarse de ambos.

Jimin fue el primero en sucumbir. Pero seguido inmediatamente del castaño.

—Escucha, sobre lo que pasó el sábado...

—Entonces, lo de la otra noche...

Volvieron a callarse y Jungkook empezó a perder la paciencia.

—Sé que estás perdiendo la cabeza ahora mismo pero...

—Jeon —Jimin alzó una mano, incitándolo a callarse. Tomó un respiro profundo— No estoy de humor. Estoy muy tenso ahora. Tengo que jugar bien y concentrarme en eso, ¿Podemos tener esta conversación después?

Mala Conducta |KOOKMIN|Where stories live. Discover now