MI BESTIA DEL DESTINO

1.- ENCUENTRO DEL DESTINO

Un templo.

Un templo en ruinas

Un templo en ruinas sin el aroma del incienso, ni el signo de los adoradores.

La iluminación del templo era pesada y brumosa, su interior estaba completamente destrozado. El cuerpo de la estatua de Buda en el centro estaba completamente cubierto de polvo y hecho añicos, aunque todavía parecía digno. Un templo en ruinas como este no podía protegerse del viento o la lluvia, pero las personas indigentes frecuentemente lo usaban como un lugar para esconderse.

No había fuego ardiendo dentro del templo, por lo que era un poco frío.

En el costado, algunas personas vestidas con harapos que parecían mendigos se abrazaron a los rollos de hierba seca, reclamando los lugares más cálidos y secos para ellos. En cuanto a mí, utilicé mi manga para limpiar mi cara y escupí una vez.

Escaneé cada esquina del área mientras deshacía mi pretina, me acuclillé en el bosque frente al templo. Fingiendo ir al baño, esperé a que nadie mirara antes de cavar en la tierra ...

Era arriesgado hacer algo durante esta hora del día, así que tenía que ser rápido y preciso.La túnica vieja y larga que llevaba no se ajustaba a mi cuerpo en absoluto. Sabía que este atuendo me hacía parecer ridículo. Las ropas de color ceniza fueron robadas incluso de un cadáver.

No sabía mi nombre.

Un viejo mendigo en el templo dijo que mi madre lo había traído aquí en un día ventoso y nevado. Era una mujer con una marca de nacimiento en forma de lágrima en el rabillo del ojo, una joven sin igual cuya belleza era diferente a la de un mortal. Cada vez que el viejo mendigo maloliente llegaba a este punto, me miraba con ojos turbios y sacudía la cabeza sin esperanza. Y luego supe que diría, ni siquiera eres igual a la décima parte de la apariencia de tu madre.

Pah!

Este viejo mendigo ya estaba en la puerta de la muerte, pero todavía tan lascivo.

Aunque digo esto, él era mi único protector dentro del templo degradado. Incluso cuando el hambre golpeó, nunca se olvidó de dejar un bocado de sopa para mí.

"Durante los años caóticos de la guerra, los soldados se amotinaron y las tropas se rebelaron. Las familias fueron destrozadas y se exhibieron numerosos cadáveres hambrientos. "Estas fueron las últimas palabras que el viejo me dejó antes de morir. Pensé que eran las cosas más educadas que había dicho, porque no podía entender nada.

Pero como un pequeño mendigo, no necesitaba cosas como el significado interno y la conducta pulida. No importa cuántas palabras aprendí, no me encontraría comida. Para mí, vivir en este maldito pedazo de tierra durante cinco años sin morir de hambre fue nada menos que un milagro.

Una vez tuve una enfermedad grave cuya fiebre confundía mi cabeza, así que no tenía idea de la edad que tenía. A primera vista, parecía tener siete u ocho años como un niño, pero no creo que solo fuera tan viejo, porque entendía muchas cosas. Tal vez simplemente no crecí lo suficiente.

Hasta que murió, el viejo mendigo creía firmemente que todavía tenía cosas inestables.Dijo que en aquel entonces el templo no estaba tan deteriorado y vestía ropas muy buenas como si fuera hija de una familia rica. Él me dijo que tenía una madre, y que definitivamente volvería a buscarme.

Pero, nada de lo que me dijo dejó una impresión duradera ... ...

Este viejo mendigo solía ser un narrador de cuentos, así que quién sabe si todas las cosas que solía decir eran solo cuentos salvajes. Este era un lugar donde se forzaba a existir un credo de hombre y hombre. En cuanto a mí, lo único que podía hacer era descubrir cómo seguir viviendo.