MI GUARDAESPALDAS

Capitulo 19

Capitulo 19

Tal vez fue la ambición.

Tal vez la envidia.

Era perfectamente comprensible, o al menos asi le parecía, después de todo, estar a la sombra de alguien durante tanto tiempo tiene que joderte de una u otra manera, ¿no?

Eso es lo que cruzaba por la mente de Chris en esos momentos y era algo que realmente lo tenía mal, o mejor dicho, fue lo que lo arruinó en primer lugar.

No debió hacerse de la vista gorda cuando fue testigo presencial de como Michele Crispino hablaba con un hombre sin rostro horas antes del accidente que le quitó la vida a los padres de los Nikiforov.

El suizo ya veía sus días contados cuando Michele se enteró que sabía su secreto, pero, extrañamente, no fue tras él de la forma en que pensaba, sino que lo invitó a cenar y beber en un restaurante en compañía de su hermana.

Le dieron mucho dinero a cambio de su silencio y una generosa propuesta de negocios en cuanto decida dejar las competencias y dedicarse a los espectáculos de hielo, como ya venia siendo su plan desde hace años.

Además del bono de tener a un Viktor Nikiforov ausente y deprimido les haría mas fáciles las cosas.

Ninguno contó con la sorpresa que resultó ser Yuuri Katsuki al arrasar con todos en el hielo bajo la instrucción de su mayor némesis.

Pero no había nada que pudieran hacer al respecto, no si no querían otro escándalo que provocara la estima de medio mundo hacia la leyenda del patinaje o el prodigio japonés. No querían verlos volverse más fuertes con cada eventualidad en su vida.

Chris quería a Viktor, vaya que si. Durante mucho tiempo lo consideró un amigo y un rival, pero la frustración por siempre quedar relegado a segundo puesto comenzaba a cubrir su corazón con sentimientos de envidia y soberbia y terminó por odiarle tanto como una vez lo estimó. Era su amigo en palabras vacías, su eterno enemigo grabado en su corazón.

Verle derrotado, deprimido y a punto del colapso le generó una satisfacción que no sentía desde las pocas veces en su tiempo de junior lograba aventajarle unos cuantos puntos en competencias, sin embargo, una pequeña parte de él sentía mucho su sufrimiento y aunque intentaba callarse y convencerse que no debería tenerle lastima, no podía hacerlo.

Cuando flaqueaba, Michele Crispino entraba en escena, matando todos los sentimientos que alguna vez llegó a sentir por quien fue casi un hermano para él.

Los años al lado de Viktor le habían enseñado los puntos mas vulnerables del ruso. Donde debía golpear para hacerle sangrar, que palabras debía decir para doblegar su voluntad, que cosas hacer para atormentarlo.

La debilidad de Viktor era tan simple y cualquiera con dos dedos de frente pudo haberlo adivinado.

Era su familia, era su "life and love" como solía describir cuando le preguntaban acerca de ella.

Yuri, su querido hermano, de quien era tutor hasta los veintiun años, a pesar de que el joven despotricara constantemente contra él, aún así, Viktor lo adoraba.

Yuuri, su esposo, su amigo, su alma gemela, los unió aquello por lo que todos llegaron a conocerse, pero, contrario a la venenosa alianza que Michele y Chris entablaron, Yuuri y Viktor construyeron algo hermoso y motivador. Un amor único y especial.

Algo que definitivamente tenía que ser destruido, no podían permitir que Viktor siguiera viviendo feliz y dichoso, con el mundo a sus pies y un brillante porvenir.

Por eso comenzaron atacando su imagen, después de todo, eran celebridades y vivian de ella, lo admitieran o no.

Luego la seguridad de su propio hogar, tal parecía que eran juegos de acosadores inexpertos, pero Chris ya conocía lo suficiente a Michele para saber que el italiano disfrutaba la sensación de poder sobre otra persona; saber que esta teme hasta de su propia sombra.