20.Marcos caídos

2.1K 203 11
                                    

N/A:Hola chicos, solo estoy haciendo esta nota por tres motivos que quiero explicar muy brevemente
1:Principalmente, les quería agradecer por todo el apoyo que le están dando a esta historia. De verdad, significa mucho para mi uno de sus votos.
2:Wattpad todavía no ha arreglado el problema con cambiarme el guión largo por el corto, lo siento por eso.
3:El nombre de la historia fue cambiado de "Psychedelic triangle" a "Love Cameron" porque siento que, ahora que la historia ha evolucionado, este título se acopla mejor.
Ahora si, aquí les dejo el capítulo.

Había pasado por el banco y pagué la renta con el dinero que me dio mi padre en el sobre, descubriendo que me quedaba suficiente dinero para llenar la nevera y mantenerme a flote por un mes y medio como máximo. Tiempo suficiente para intentar convencerlos de que esto era normal, de que yo era su hijo, o intentar encontrar un trabajo.

Todavía era muy pronto como para hablar con ellos, debía esperar el tiempo suficiente para que se calmen.

Ahora nos encontrábamos en frente del apartamento, a punto de abrir la puerta. Inserté la llave en el pomo de la puerta y la abrí.

Pasamos y lo primero que sentí fue el recibimiento de un Crookpie muy hambriento. Me había olvidado de mi gato por un tiempo, hacia bastante que no lo acariciaba o le daba mimos.

Entré a la cocina, le serví una buena ración de comida y rellené su cuenco de agua.

Al meter el agua de vuelta a la nevera, la cerré, dejando ver una foto mía con mis padres. Era una foto que me había tomado en mi graduación de instituto, y por alguna u otra razón había terminado pegada a mi nevera.

La arranqué y la puse boca abajo en la mesa, de modo que no se pudiera ver su contenido. Me paseé por la casa bajando todas las fotos que tenia con ellos.

Las vacaciones en la cabaña familiar, abajo. El viaje fuera del país, abajo. La visita a la casa de mi difunta abuela, abajo.

Cuando terminé con todas las fotos, miré en perspectiva la casa. No se notaba mucho la diferencia, pero si era muy fácil fijarse en los marcos caídos.

-Son muchas fotos las que tienes con tus padres-observó Jhonny rompiendo el silencio que se había formado desde que entramos.

-Si-suspiré yo-Nunca creí que llegaríamos hasta estos extremos.

Todos esos bonitos recuerdos de viajes y vacaciones de la familia perfecta, ahora se veían eclipsado por el doloroso recuerdo de esa noche.

Miré como mi chaqueta del equipo de atletismo estaba tirada encima de una silla. Hace tiempo que no la usaba, no veía necesario llevarla puesta para algo que no sean fiestas.

Entonces, dolorosos recuerdos de la noche anterior llegaban a mi cerebro, provocando un dolor punzante en mi pecho. Me senté en el primer lugar que pude, tenia ganas de vomitar.

-Parece que necesitas despejarte-observó Jhonny.

Me tomó un tiempo responder, ya que sentía que me podía derrumbar y eso era algo que no quiero hacer. En la casa de Jhonny era fácil imaginarme lo que haría cuando llegara. Pero venir y hacerlo sin titubear, era todo un reto.

-Si-asentí tragando el nudo en mi garganta-Necesito un tiempo de relajación.

-Mira, hay una fiesta hoy en casa de Melody-dijo el-Si quieres, podemos ir y comportarnos como adolescentes idiotas.

Sonreí ante esa posibilidad. Tal vez algunas personas lo consideraran terapéutico, y yo lo respeto, pero considero que ya soy un lío sin alcohol, si agrego alcohol a la formula, me volveré un desastre andante -aún más-.

-Tenemos conceptos diferentes de "despejarse"-dije con una sonrisa de lado, recuperándome de la pequeña caída que había sufrido.

-No, gracias-dije finalmente-Creo que me quedaré en casa e intentaré acoplarme.

Pasaron unos segundos antes de que respondiera.

-¿Quieres que me quede? No tengo problema-dijo el-Será divertido.

-Eso sería genial-murmuro-Pero me gustaría pasar esta noche solo, y no quiero ser un estorbo para que vayas a la fiesta.

Sentí una pequeña punzada de culpa al decir esto, rechazar sus invitaciones dos veces seguidas me hacían sentir mal.

-Bueno-dijo el finalmente-Creo que iré a la fiesta.

Cuando dijo eso me llegó un mensaje, tomé mi teléfono esperando que sea Dana preguntándome por que la llamé en la noche. Pero al sacar el teléfono y encender la pantalla vi que era de mi madre.

Todos somos pecadores, al mismo tiempo que somos hijos de Dios. Algunos pecadores deciden ir por el camino de las malas influencias y de el Demonio. Pero en la Biblia dicta que los que tomen el camino del Señor, podrán ser purificados y absueltos de sus pecados por terrible que hayan sido
Mamá

Bufé al terminar de leer la cadena cristiana que me había enviado. Me pareció increíble ver la madurez de su parte, al enviarme un mensaje primera. Pero al ver que era una cadena cristiana llena de indirectas me decepcioné.

Pongo el teléfono en la mesa y lo deslizo un poco para que Jhonny pueda leer. El enfoca su atención en el dispositivo mientras lee la cadena.

En algunos momentos de su lectura, mostró una que otra cara de incredibilidad.

-No le hagas caso, solo esta enojada-intentó animar el.

-Es mi madre-espeté mirando el teléfono-Es difícil no hacerle caso cuando me dice que estoy enfermo.

El silencio se adueñó de la sala, mi última frase había sido algo ruda. Era una fibra sensible que ambos sabíamos que era mejor no tocar.

-Lo siento-me disculpé después de unos segundos-Mi relación con mi madre no esta bien.

-Lo se-murmuró el. Me tomó de la mano y me miró a los ojos-Vas a estar bien.

Asentí ante su certeza. Era verdad, después de todo mi madre no me puede despojar por completo de nuestra relación.

Mi teléfono sonó otra vez, anunciando que había llegado otro mensaje.

Jhonny se apresuró a agarrarlo antes que yo, y lo leyó sin dejarme ver.

-¿Quien es?-pregunté después de un rato de intentar alcanzarlo. Me respondió dejándome leer el mensaje, era mi madre con otra de esas cadenas.

Me enojé ante la inmadurez de mi madre, borré la conversación sin antes leer el mensaje, apagué el teléfono impidiendo que llegaran más mensajes.

Miré a Jhonny, ahora la idea de la fiesta no parecía tan mala.

Love CameronWhere stories live. Discover now