Capítulo 6: I.E.S. Nuestra Señora de Montgat.

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¡Hola otra vez! Me he demorado un par de días en actualizar así que lo hice un poquitito de nada más largo.

Quería deciros que el otro día dije que iba a decir dos cosas pero al final dije tres porque soy así de malota.

Después quería hablaros de África, el personaje que aparece aquí como la amiga de Raoul. No está inspirada en nadie "que exista", es decir, no es famosa, pero espero que le cojáis cariño porque también tendrá su huequito en esta historia. Si fuese solo Ragoney duraría 2 días en verdad.

Y bueno, que me encantaría saber si os gusta África o si no, o cualquier cosa que os apetezca comentar durante o al final del capítulo.

Se agradecen enormemente dichos comentarios y también los votos.

¡Mil gracias! ¡Espero que os guste!

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No.

No me da la gana.

No voy a creerme ni una sola palabra despreciativa de esa cara barbada.

Seré un niño, pero a mí no me engaña, y mucho menos a mi culo.

Sí.

Se tirará a todo el que le dé la gana, no les deja dormir con él, nunca repite, y bla, bla, bla: tonterías.

Pero conmigo quebrantó varias reglas, y en un primer lugar la de mi minoría de edad. La primera vez por desconocimiento.

Pero ¡ay, amigo!

Me acorralaste sabiendo que era un mocoso y acabamos en la ducha agotados.

Estúpido Agoney.

Ni siquiera tengo su número.

Nada.

Mierda, puto canario.

De camino a clase iba toscamente encerrado en mis pensamientos. Había pasado por casa a recoger un libro que se me había olvidado y a cambiarme porque me había manchado la camiseta.

Nada más avistar la puerta del instituto vi a África. Sin duda había ido a su casa con alguna excusa–seguramente–parecida a la mía.

Cuando la alcancé me hizo un gesto que conocía muy bien.

–No pienso faltar a clase, ¿estás loca? –Le susurré nervioso.

–Pero ¡qué más te da!

–Si las Hermanas nos ven...

–Las Hermanas, las Hermanas... ¡Siempre igual! Si echasen un buen polvo esas mojigatas... ¡cuánto mal humor se ahorrarían!

Entró tomándome la delantera, bufando, qué raro en ella.

No es que no quisiera saltarme las clases, pero no quería que las monjas llamasen a mi madre para contarle que me había ausentado, le echaría la culpa automáticamente a África, y bastante mal le caía ya.

También tenía muchas ganas de contarle todo lo que pasó con Agoney, y que ella me contase lo que fuera que hubiera hecho, porque con ella nunca se sabe.

* * *

No habíamos podido hablar ni en el recreo. Esta muchacha no puede dejar de meterse en líos.

¿Tú te crees que se le puede decir al profesor de historia pues menudo machista de mierda porque comentase que algunas jóvenes van al instituto a pasear sus modelitos?

One night in Ibisa. [RAGONEY].Where stories live. Discover now