Capitulo 1

888 48 10
                                    


Te debo otra canción y algún te quiero. Te debo un viaje por el universo. Te debo un beso por cada aeropuerto. Y más veranos llenos de buenos recuerdos.

Cinco años habían pasado desde el momento que se habían separado para no volver a verse a no ser que fuera a través de revistas o programas de televisión o radios.

Ambos habían tenido parejas esporádicas, pero casi siempre rompian por el mismo motivo, falta de tiempo para dedicarles, era eso o lo que ellos querían negar, nadie podía llenar el hueco del otro.

Alfred se había instalado en Londres mientras que Amaia se había mudado a Madrid, ambos con un ritmo agotador de trabajo que no les dejaba tiempo para mucho más y que ahora empezaba a relajarse o puede que ellos ya se hubieran adaptado y supieran manejar y organizarse mejor.

Y parecia que los días de descanso se empezaban a acumular en sus calendarios. Por lo que Alfred había decidio ir a visitar a sus padres unos días.

Alfred estaba sentado en la sala de espera VIP del aeropuerto de Heathrow en Londres maldiciendo el retraso de su vuelo, se moría de ganas de llegar a Barcelona y ver a sus padres y amigos. Se removió incómodo en el sillón antes de volver a mirar su tablet. Le pareció escuchar la puerta de la sala y alzó la cabeza para encontrarse con una sorpresa que no esperaba para nada.

-¡Amaia!

-¡Alfred!

-Si son tan amables pueden esperar aquí con el resto de pasajeros de su vuelo.

Amaia había entrado en esa sala con un par de personas más y una azafata de la compañia de su vuelo, quién había abierto la puerta y pedido que se quedaran alli.

-¿Sabe si falta mucho más para embarcar?

-Creemos que como mucho unos 30 minutos más. Les ruego disculpen las molestias.

El pasajero miró con mala cara a la azafata y fue a sentarse como el resto de los otros pasajeros que ya se encontraban en esa sala esperando con anterioridad como Alfred.

Amaia se había quedado parada cerca de la puerta mirando a Alfred. No podía creerse que estuviera delante suyo, no después de tanto tiempo. El corazón se le iba a salir del pecho.

Vale, podian decir que en ese tiempo había coincidido en alguna alfombra roja o premios, pero siempre se habían mantenido con cierta distancia teniendo el menor contacto posible, pero eso había sido al principio y les había dolido tanto que ambos empezaron a evitar ir a los mismos lugares donde podian encontrarse al otro teniendo contacto nulo, hasta ahora.

Los ojos se habían quedado clavados en los del otro, sin necesidad de palabras Amaia dió un paso adelante y Alfred iba a levantarse de su asiento con la intención de aproximarse un poco también cuando justo el móvil de Amaia empezó a sonar y esta con una sonrisa de disculpa contestó.

Alfred solo pudo arreglarse la ropa y volver a sentarse con el gesto torcido pero este no mejoró cuando le llegó el nombre de la persona a la que saludaba Amaia.

-¡Hola Guille! ¿Qué tal?

¿Guille? ¿El mismo Guillermo con el que Amaia había acaparado la portada de alguna revista en las últimas semanas? ¿La misma persona con la que se le relacionaba sentimentalmente a Amaia en los últimos meses? Hubiera sido estúpido negar que había cotilleado revistas, su lado masoquista lo obligaba al menos a mirar y buscar información sobre Amaia una vez al mes. No es que no la hubiera superado, simplemente, quería saber si todo estaba bien, por ese tiempo que había formado parte de su vida. Como cuando nos acordamos de un compañero del colegio y queremos saber como le va la vida y cotilleamos su facebook o eso queria pensar él.

Destino o casualidadOnde histórias criam vida. Descubra agora