Destino o casualidad

Capítulo 3

Bueno, bueno lo dicho, hecho! Aquí volvemos a retomar esta historia. Gracias por la paciencia.

Alfred leyó por tercera vez ese correo y finalmente decidió llamar a su tío y representante. Se levantó del piano y empezó a pasearse por la habitación mientras esperaba la respuesta.

-Hola Alfred ¿Qué tal todo? Tu tía justo me preguntó hoy por ti. ¡Qué hacía tiempo que no hablabas!

-Toni te estoy llamando como mi representante ahora no como mi tío. -tomó aire.-¡Qué coño significa este último correo.-gruñó, volviendo a sentarse esta vez enfrente del ordenador y abriendo otra vez su correo para poder leerlo.-Es un contrato con Cadena Dial. Sabes que no quiero ninguna vinculación con las cadenas españolas.

No pudo estarse quieto y salió hacia la cocina a por un vaso de agua o puede que por una cerveza.

-A ver Alfred no te enfades y léelo detenidamente antes de decir nada.

- ¿Enfadarme? No pienso leer nada, sabes que no me interesa esa promoción en España. -dijo elevando la voz. -Hemos discutido muchas veces sobre este tema y pensé que habíamos acordado que rechazarías cualquier tipo de oferta de estas características.

Desde el otro lado de la línea escuchó a su tío bufar. Toni conocía a su sobrino, sabía que tendría esa reacción al correo, pero pensaba que su sobrino estaba exagerando, más de lo normal. Y eso le estaba tocando los huevos, ¿por qué tenía que ser tan cabezón?

Mientras uno abría un botellín de cerveza en la cocina de su ático en Londres, el otro, en su casa familiar, entró del jardín al interior de la casa para que no lo escucharan los vecinos.

-A mí no me grites mocoso, que ante todo soy tu tío, mayor que tú y me merezco respeto. No vuelvas a hablarme de esa manera Alfred o atente a las consecuencias. -amenazó mientras iba a la cocina a por una cerveza.

-Pero también eres mi representante. Dijimos que cuando fueran cosas de trabajo, el trato familiar lo dejábamos aparte. -rebatió.

-Pero como persona que soy, tú deberías saberlo, apoyando causas como OpenArms, no voy a permitir ese trato ni como empleado tuyo ¿Sabes qué? ¡Dimito! Estoy harto de ir de aquí para allá Londres-Madrid-Barcelona, ya estoy viejo para estos trotes. ¡Y ahora si me vas a escuchar como tu tío que soy!

Ese último comentario le había caído como un puñal en el pecho y notó cierta presión. Él no era así y mucho menos con la gente a quien quería, pero es que pensar en volver a España después de haber visto Amaia en el aeropuerto y haberle removido todo...si antes no quería, ahora menos le apetecía.

-Hablamos en otro momento...

-Alfred García ¡escucha de una puta vez y deja de ser tan cabezón!

Sabía que la vena del cuello de su tío debía estar muy hinchada y empezó a recapacitar con su actitud, nadie tenía la culpa de sus problemas y su falta de ganas de volver a España.

-Tienes 10 minutos.

-Ese mini-contrato es perfecto, es justo lo que necesitas. Vas a esos premios solidarios, no necesito recordarte que siempre has apoyado ese tipo de causas y presentas el single de tu nuevo disco, y aparte te dan cobertura para promocionar esa y todas las demás del disco además de entrevistas. Con el plus de tenerlos de patrocinadores durante la gira española.

La idea era cojonuda y si hubiera sido en Londres no lo habría ni pensado dos veces antes de aceptar, el problema era en tierra española.

-Se te olvida un detalle, no quiero promoción en España, mis fans allí ya me hacen la promoción que necesito, ellos son la mejor promoción que tengo. -dijo lleno de orgullo.