CUANDO TODO ACABE

NO IMPORTA NADA MÁS

  Estoy esperando a Javier en la puerta de su casa, sentado en el coche mirando a la nada. Me siento como un adolescente a punto de ver a la chica que le gusta. Me he colocado mil veces la pajarita del esmoquin, hasta le he pedido a Nicole que me ayudara. No es que me importe si voy bien vestido o no, mis nervios son por Laia. Como siempre, Laia.

-   ¡Wow, pero que rebueno estás Alberto! — dice Javier entrando en el coche.

-    La verdad es que hacemos una bonita pareja — digo riendo.

-    Venga, vamos a aguantar a esta panda. Seguro que la chica iba, ¿no? — pregunta abrochándose el cinturón.

-    Supongo — digo tratando de parecer distraído mientras me incorporo al tráfico.

-    Ya… supones.

-    ¿Qué? — pregunto con mala cara.

-    Alberto, va a ir, lo dijo delante de ti para joderte. Además, por algo no ha venido Nicole.

-    No tiene nada que ver.

-    ¿Ah no? Pues al último baile sí que vino.

-    Bueno, pues a este no. Y de eso quería hablarte… ¿Qué hay entre Nicole y tú? — lo miro al parar en el semáforo y noto como se tensa.

-    ¿Entre Nicole y yo? ¿A qué te refieres? — dice mirando por la ventana.

-    ¡Venga ya Javier! Sé que algo pasa, lo que no entiendo es que me lo ocultéis. ¿Te gusta?

-    No sé a qué viene esto la verdad. Somos amigos, compañeros…

-    Os conozco. Sé que hay algo entre vosotros.

-    ¿Y si lo hubiera? — me pregunta y yo lo miro.

-    Si lo hubiera espero que me lo contéis — él asiente y mira por la ventanilla sin responder — ¿No vas a decir nada?

-    No tengo nada que decir — sonríe y vuelve a mirar por la ventanilla.

-    Bueno, pues ya me enteraré.

  Llegamos al Villa Magna de nuevo, aparco cerca y nos dirigimos a la entrada. El hall está lleno de gente, algunas caras conocidas y otras no tanto.

-    Tenemos que abrir bien los ojos y los oídos ante cualquier cosa que nos parezca sospechosa — le digo a Javier mientras nos acercamos a Alexey que justo en la entrada a la sala.

-    Si, a ver si cae algo — me da una palmada en la espalda y sonríe.

-    ¡Buenas noches chicos! — nos saluda Alexey acercándose a nosotros.

-    Buenas noches. Os gustan mucho las fiestas — dice Javier haciéndole reír.

-    Cuando las cosas van bien… ¡hay que celebrarlo! — le responde.

-    Pues sí, siempre que sea celebrar está muy bien.

-    ¿Y tú preciosa mujer Alberto? — me pregunta.

-    Nicole no se encontraba muy bien, se ha quedado descansando.

-    ¡Oh! espero que se recupere pronto.

-    Sí, seguro que sí.

  Abren el salón y empezamos a entrar los invitados. Trato de localizar a Laia, pero no la veo por ningún sitio. Quizá le ha entrado un golpe de sensatez y ha decidido no venir. Ojalá sea así. Observo a Yuri al fondo de la sala hablando con un hombre de pelo blanco que no logro reconocer.