¿Alguna vez han sentido que todo lo que aman desaparece de un momento a otro?
Eso fue lo que le paso a Nadeshiko Hatare quien desde muy pequeña fue despojada de todo lo que amaba y sufrió en carne propia la perversidad de los villanos.
Lo único que...
Estaba muy nerviosa por el primer día de clases, mi hermano y Yamada-san me acompañaron al igual que el año pasado, veníamos riéndonos ya que Yamada-san había tenido una caída muy graciosa, quiso asustar a mi hermano pero resbaló y luego de hacer maniobras con sus manos para evitar caer no pudo evitar estrenarse contra el pavimento.
Yamada-san me preocupo al inicio ya que realmente sonó muy fuerte pero luego me dió un ataque de risa porque mi hermano estuvo a su costado y no reaccionó para ayudarlo.
Ellos se despidieron de mi y continuaron con su camino hacia su escuela, desde donde estaba podía escuchar como Yamada-san le reclamaba a mi hermano el que no lo hubiera ni siquiera levantado a lo que él le contestaba que no era su culpa el que se haya caído.
Estaba cruzando los dedos mientras caminaba hacia las listas de los salones, rogando que me tocara con Mei y cuando las vi lance un suspiro de alivio pues su apellido en la misma lista que el mío.
Caminé hacia mi salón, y cuando entre ella ya estaba ahí, me había guardado asiento, Mei me llamo y me empezó a preguntar cómo la había pasado en mis vacaciones y me empezó a contar las de ella. Mei es un año mayor que yo, tiene 6 yo este año cumplo 5 pero a mí me adelantaron un año en la escuela, así que prácticamente también soy la menor de todo el salón.
Cuando pude estudiar mejor mi salón me di cuenta que no había nadie de mi antiguo salón, solo éramos Mei y yo, otra cosa que me di cuenta era que todos tenían quircks.
Por cierto Mei al igual que yo tampoco posee quirck alguno creo que también por eso nos llevamos tan bien, ella me dijo que aún estaba intentando desarrollar un quirck pero sus esfuerzos no daban resultados, aunque eso no parecía afectarle.
Cuando comenzaron las clases entro la maestra que sería nuestra tutora, era una joven profesora, muy amable y bonita, aunque cuando la escuché hablar su voz se me hizo conocida, muy conocida... Por cierto otra cosa que me llamo mucho la atención era el color de sus ojos, eran rojos...
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La joven maestra se presentó muy sonriente, parecía una persona amable, cuando me miró sentí escalofríos pero luego de que me sonriera sentí una sensación extraña en el pecho. A Mei le había agradado también, ella dijo que le gustaría ser tan linda como la tutora cuando crezca.
La profesora nos pidió que cada uno nos presentáramos ya que ella quería aprenderse nuestros nombres, y así fué, de uno en un todos los niños se paraban, decían su nombre y su apellido y decían su quirck a lo que la profesora aplaudía asombrada y los felicitaba por tener tan geniales habilidades. Cuando llegó mi turno, me presenté como siempre, dije mi nombre y mi apellido, me pude dar cuenta del silencio que se hizo en el salón ya que no dije el quirck que poseía.
-Mucho gusto Nadeshiko, dinos tu quirck porfavor -preguntó sonriente la profesora
-Yo emm... no tengo quirck profesora -dije avergonzada, el salón se llenó de murmullos y algunas risas, a veces los niños pueden ser crueles
