Querida Ramona:
Pasaron semanas y al fin saliste.
¡Por fin pude verte!
Vestías con una bata larga de color crema.
Tu cabello estaba desordenado.
Y tenías ojeras.
Pero aún así estabas hermosa.
Solo saliste para coger una carta y volviste a entrar.
Entonces se me ocurrió una idea.
ESTÁS LEYENDO
Querida Ramona [1]
Random❝Simples cartas de un simple chico enamorado.❞ arte: Casino por Joan Mitchell, 1956