Little White Lies (Larry Stylinson) [TERMINADA]

Capítulo 47 (Parte 2/2): "Fool's gold"

Sigo ahí, de rodillas, llorando. No encuentro las fuerzas necesarias para levantarme. No puedo.

Apenas y puedo creer todo esto.

Es entonces cuando escucho su voz, su maldita voz.

-¿Harry? Te estuve buscando -Habla como sí nada.

No lo miro, no puedo.

-¿Hazza? ¿Amor?

Ese estúpido apodo que me ha puesto, ahora lo detesto.
El hecho de escucharlo llamarme así me parte el alma y suelto un sollozo, aún cuando quiero evitarlo.

De pronto lo tengo de cuclillas frente a mi, levantando mi rostro y mirándome.

-Dios, bebé ¿Qué ha pasado?, ¿Alguien te ha lastimado? -Parece preocupado, tanto que casi me lo creo. Casi-. ¿Por qué lloras, amor?

Si, tú me  has lastimado.

Lo miro, su rostro es borroso gracias a las lágrimas en mis ojos, pero puedo distinguir sus ojos azules, esos ojos que sólo me han causado dolor.
Sus manos sujetan mis mejillas y con sus pulgares limpia las lágrimas que aún no puedo detener.

Y ahora es como sí su toque quemara. No quiero sentirlo, no quiero que me toque.

Así que me alejo de él bruscamente, levantándome de inmediato. Él repite mi acción y lo tengo de frente.

-Harry, encanto, ¿Qué pasa? -Se escucha tan confundido. Tan real.

Quiero que me abrace y me diga que me quiere. Y enserio quiero besarlo, que me diga que esto es un sueño.

Pero cuando aprieto mi mano y siento los picos de las llaves encajarse en mi piel, sé que es real.

Respiro profundo y limpio las lágrimas, tratando de aguantarme las que vienen en camino. Debo ser firme, maldita sea.

-Ten -Digo con voz gruesa, sin saber de donde me ha salido la suficiente fuerza. Le estiro mi mano, sin mostrarle lo que hay dentro.

-¿Qué es esto? -Pregunta y estira la suya, tomando lo que le he entregado. Siento un dolor insoportable cuando nuestras manos se rozan en el camino.

Observo como abre su mano y mira un instante las llaves. Frunce el ceño.

-No comprendo

-Son las llaves de la camioneta de Stanley -Mi voz se quiebra un poco y me quedo callado unos segundos, reponiendome-. Felicidades, has ganado la apuesta -Digo, con toda la rabia y el dolor en mis palabras.

Su rostro cambia de inmediato, parece sorprendido. Parece no creerlo.

-No -Murmura.

-Si, Louis. Felicidades -Mi voz tiembla-. Felicidades por ser el ser más despreciable del mundo -No puedo evitar que mi voz vuelva a caer, rompiéndose nuevamente.

-No, Harry, no, por favor, puedo explicarlo -Trata de tomarme pero me alejo de inmediato.

-¿Explicar qué?, ¿Qué todo esto fue por una apuesta?, ¿Qué me utilizaste todo esté tiempo? -Siento las lágrimas en camino-. ¿Qué fui sólo un juego para ti?

-No, amor, por favor -Me sujeta del brazo fuertemente y me acerca a él-. No digas eso

-¡Sueltame! -Forcejeo para que me deje-. ¡Eres un imbécil! ¡Ahora entiendo todo, maldita sea! ¡Por eso te acercaste tan pronto a mi! -Grito con todas mis fuerzas.

-Harry, nada es como tú crees -Trata de acercarse pero no puedo permitírselo.

-¡Por dios, ya basta de mentiras! -Paso mis manos por mi cabello-. ¡Stanley ya me dijo todo!