The perfect murder (Larry)

CAPÍTULO 25

El viaje hacia la cafetería favorita de Liam pasó de manera rápida, tan solo diez minutos y los tres hombres se encontraban dentro de aquel cálido lugar, en el cual poca gente ocupaba los lugares, ya que al ser el último día del año, muchas personas atareadas comenzaban con los preparativos para recibir el año venidero.

La temperatura había descendido considerablemente, dejando así notar los estragos del invierno, el cual presuntuoso anunciaba ser bastante gélido, ya que aún siendo los inicios de dicha temporada las frías temperaturas habían descendido aún más, obligando así a la gente que presurosa caminaba por el asfalto a sacar de las profundidades de sus armarios los felpudos gorros, extensas bufandas y abrigadoras chamarras.

“Así que en eso ocupaste el día de ayer” comenzó Liam una vez cada uno obtuvo su cálida bebida y algún recién horneado postre.

“Sí” la respuesta del rizado había salido corta y concisa, sin embargo no había frialdad o petulancia en sus palabras.

“¿Cuántos casos estudiaste?” Cuestionó Louis queriendo así prever el trabajo y tiempo que aún restaba dentro de las oficinas.

“Con el de Flerch suman veintiocho” comentó desinteresado Harry, antes de acercar el caliente chocolate a sus rellenos labios, los cuales se encontraban pintados de un visible tono rosa, resultado de la bebida que Styles ingirió.

“¿Cómo es siquiera que tuviste tiempo de analizar los casos? ¡Es demasiada información!” La sorpresa baño las palabras de Payne quien había dejado de devorar aquel pan de repostería.

“Han sido seis meses” comentó con simpleza el chico de brillantes esmeraldas.

“Sabes que esa información está lista desde la primer semana en que entraste, solo has ido agregando casos” replicó de manera calmada Louis, interfiriendo por primera vez en aquella plática, ganándose una ladina sonrisa de parte de Harry quien ante el acertado comentario enmarcó uno de sus seductores hoyuelos.

“Puede que estés en lo cierto, soldadito” sentenció de manera lenta el chico de oscuros y rizados cabellos, quien prosiguió a llevar la pequeña cuchara plateada hacia su boca, atrapándola entre sus rellenos labios y de forma lenta  degustar el cremoso sabor a fresas, todas aquellas provocativas acciones se habían efectuado sin dejar de enfocar sus verdes orbes en los cielos compactados dentro de las orbes del castaño.

“Tenemos que regresar” sentenció Harry quien parecía disfrutar de aquella sorprendida mirada de parte del ojiazul, que después de haber seguido los seductores movimientos del menor había caído rápidamente en cuenta de una tercer presencia, tratando inútilmente de recuperarse lo más rápido posible. “Quedan aún algunos casos que no me parecieron interesantes, sin embargo necesitan ser analizados”

“¿No te parecieron interesantes?” Cuestionó Liam aún con tintes de sorpresa.

“Demasiado insustancial, no había nada nuevo, muy parecido al anterior, no había algo de emoción, el caso no llamaba, era insulso, tan solo otra víctima asesinada por envenenamiento, no tortura, no violencia, me atrevo a decir que era igual al anterior la única diferencia: un rostro nuevo” la gruesa voz del rizado había creado un aura de tensión, aquella forma de expresarse sobre algunos casos, como si aquello solo fuera simple entretenimiento, como si hablaran de publicidad, no había tacto ni condolencias por las vidas que habían sido arrebatadas. “No hagan esa cara” gruñó exasperado Harry quien dejó su bebida aún sin terminar, el ojiverde había podido captar la sorpresa, siguiéndole la inconformidad e incomodidad debido a sus duras palabras. Con rostros sorprendidos le observaban los dos hombres restantes, dentro de aquellas miradas había miedo y sobre todo parecían juzgar al hombre desalmado delante de ellos. “Parecen olvidar que yo no soy el bueno aquí.” Escupió el rizado quien aún a pesar de haber arrojado las palabras con enojo, se mostró frustrado, sus tensos movimientos junto con la presión ejercida en la  mandíbula lo dejaron notar.