Todo Tuyo

Capítulo 1: Bienvenido a la mansion Benson.

Capítulo 1: Bienvenido a la mansión Benson.

Patricia estaba esperándome en una mesa en aquella cafetería. Era el segundo día que vivía con el hecho de saber que mi hijo podría tener cáncer. Sam no esta con ella, no por este hecho, Paty me dejara verlo, lo sé.

— Hola. — le digo sentándome enfrente de ella.

Sigue idéntica a como antes. Su cabello negro y lacio, sus pestañas largas y enchinadas. Sus ojos azules con algunas manchas grises. Su rostro con los lunares más hermosos que he visto. Tengo una pregunta para mí, ¿aun la sigo amando?.

— Hola... — susurra dándome una pequeña sonrisa. —... ¿Como estas?

— Bien y mal. — Paty hace una mueca de saber a lo que me refiero. — Ten... — saco un sobre con el dinero que conseguí. —... Pedí un préstamo en el sky.

— Pero ya habías pedido uno cuando fue de vacaciones Sam con mis padres. Aún no has podido pagar ese préstamo, vives de propinas, Matteo. — sus ojos demuestran temor y preocupación.

Ella sabe lo que significa estar en el sky, nos pagan bien pero cuando quieres un préstamo, tú sueldo se pone en los préstamos. No veo nada de ese sueldo y ahora tengo que pagar aún más el dinero que debo.

— No te preocupes, conseguiré otro trabajo. Hare todo lo posible para que Sam se mejore. — Paty me observa con aquella mirada que me hacia eloquecer, antes. — Bueno, Patricia, nos veremos después. Llaman cuando me necesites.

— Sí, gracias, Matteo.— le sonrió y me levanto para irme.

Ya había hablado con Gaston sobre esta situación, mi amigo castaño me había apoyado demasiado pero por más que quería darme dinero, él esta más jodido que yo. No por eso lo pare, dijo que tenia que buscar otro trabajo para poder estabilizarme, él se esta encargando de encontrar algo bueno para mí. Aunque sabiendo como es, seguramente, me encuentra algo en una esquina. Me quiere volver su exclavo.

Sin mirar hacia atras para echar otra mirada a mi ex decido seguir adelante para tomar un taxi. Todo esto me esta comenzando a afectar. No es nada bueno saber que parte de mi vida podría sufrir o sólo irse.

Mi celular suena haciéndome dejar de pensar en Sam. Suspirando saco mi celular de la bolsa de mi pantalón descolorido de mezclilla.

Es Gaston;

Gaston.
¡Adivina que súper atractivo castaño te acaba de conseguir trabajo!, ojo que no es en esquina. Ahora te mando un mensaje con la dirección, ¿ok?.

Mi amigo siempre me libra de muchas, me consiguió el trabajo en el sky y ahora ,gracias a él, otro trabajo. Gaston Perida, el castaño y único, de mi vida es lo mejor.

[...]

Miro una y otra vez la pantalla de mi celular, para después ver la mansión que esta enfrente de mí. ¿Esto a sido una broma?, Gaston no responde a mis llamadas y menos a mis mensajes, ¿donde esta?, no lo sé.

Sin más preámbulos respiro para tranquilizar a mi corazón, no sé porque estoy haciendo esto. Tengo que irme, escapar y salvar mi pellejo de unos ricachones. Pero aunque quiera no puedo, mi hijo me necesita. Mi pequeño Sam.

Estoy enfrente de la puerta después de pasar por el interminable jardín con flores, arbustos y enormes arbole de frutos. El color de la mansión es blanca, algo típica, puertas de madera con barniz por todos lados y una fuente.