Amore [Paul Lahote]

• AMORE •

¬Parte 8:

"Conviviendo y conociéndonos, un nuevo rumbo"

.
.
.
.
°°°
.
.
.
.

1

En la cabaña se encontraban almorzando luego de una larga mañana y madrugada de vigilancia, Amore se encontraba durmiendo cerca del sillón y Paul comía mientras la observaba dormir, maravillado aun por la belleza que portaba su impronta.

—Ya déjala dormir tranquila, hermano, que parece que te la quieres comer –comenta bromeando Embry.

Ocasionando que Paul se atore, lo golpee por interrumpirlo.

—Ya, ya, pero si era verdad, ¿no Jared? –comenta con una sonrisa Embry.

Jared sonríe negando.

—Ya Embry déjalo de molestar, que es mejor verlo calmado por tenerla, que no, así que déjame comer tranquilo –pide Jared, quien quería terminar de comer para ir junto a Kim.

Quil reía al igual que Seth, quien aún no se creía lo que había pasado. Todo parecía sacado de un cuento. Nadie se esperaba ver a Paul tranquilo y maravillado junto imprimado de una loba, una real, pero el destino trazaba líneas cada vez complejas, extrañas y solo era tiempo de acostumbrarse a la felicidad que esto los otorgara.

Cuando Amore despertaba, Paul se acercaba a ella para acariciar su suave pelaje, y se sentía muy orgulloso al ver que sus caricias la relajaban hasta el punto de querer dormir nuevamente. Lo que no sabía bien como arreglar era la calentura que sentía a veces al tenerla tan cerca, sabía que siendo humano eso no podía solucionarlo mas que con su impronta, pero la única manera sería convirtiéndose a lobo, y temía demasiado lastimarla, si lo hacía. Por lo que todos sabían de la dura abstinencia que Paul empezaba a soportar. Más aún sabiendo su fama de actividad sexual, que antes tenía, en otras palabras, mujeriego.

.
.
.
.
°°°
.
.
.
.

Dos lobos iban corriendo por el bosque, una más pequeña que el otro, divertida y concentrada iba tras un venado, los árboles pasaban rozando sus pelajes y el venado corría rápido a esconderse de los lobos. Amore de un rápido y audaz movimiento se había tirado encima acabando de un sólo movimiento y una mordida en la yugular, con aquel venado.

El lobo gris oscuro la observaba maravillado, ella suelta con delicadeza el cuerpo y se relame el hocico con hambre. Más luego levanta los ojos para mirarlo.

«No te cansaste, ¿verdad?»pregunta la loba.

Ocasionando que el lobo grande bufe y niegue. «Soy resistente, nena, además nunca me cansaría de verte en acción»piensa pícaro

Ocasionando que Amore baje sus orejas demostrando su vergüenza. Paul se siente completo al ver aquello por lo que se acerca y le acaricia con su hocico, el rostro rozando las orejas. «Te amo, mi bella loba»piensa.

Amore se sentía tan llena a pesar que estaba hambrienta, le correspondió el gesto con una lamida en su hocico. «Eres mi fuerza, Paul, te amo»piensa.

Ambos estaban perdidos entre sus pensamientos, sus corazones podían escucharse latir al unísono. Pero el estomago y hambre rompió el momento ocasionando que asemeje un sonido a una risa, Amore con falso enojo le muerde una oreja, ocasionando que Paul gruñe y la miré, extrañado con las orejas gachas.