Capítulo 6

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Yoongi

Jimin seguía allí. Lo sabía porque lo podía espiar desde una de las ventanas y además lo escuchaba temblar y castañear los dientes por el frío.

¿Por qué no se iba a su casa? ¿Qué le pasaba?

Me alteraba que fuese tan insistente y sobre todo porque no entendía por qué lo hacía.

Me dio lastima, maldita sea.

Tal vez había sido un poco malo con él. Al fin y al cabo solo quería ayudarme y hacerme compañía. Sus intenciones eran buenas. Tonto, Jimin. Siempre había sido demasiado bueno. Demasiado.

- Lo único que falta es que te enfermes por mi culpa. ¿Quieres que tu madre se enoje conmigo? - lo regañé una vez que lo hice entrar.

- Lo siento, hyung. - respondió bajando la mirada y cruzando los brazos con fuerza. Aún tenía frío.

- Toma. Póntelo.

Le di un suéter mío que estaba tirado por ahí. Se lo puso y le quedaba un poco grande. No pude evitar pensar que se veía muy tierno así. Sonreí sin darme cuenta.

- Estas demente, Park.

Él me devolvió la sonrisa.

- No tienes que hablarme ni nada. ¿Pero puedo quedarme un ratito contigo? - preguntó viéndose demasiado inocente. Casi que me había hablado como un niño.

- Está bien.

No pude negarme. Me gustaba cuando se veía así. No sé, me daba ternura, me ablandaba un poco y no podía decirle que no. Cuando era niño también producía eso en mí, aunque jamás se lo demostré por supuesto. No podía dejarle saber que tenía ese efecto en mí. Y al parecer seguía teniéndolo a pesar de los años...pero tampoco iba a demostrárselo. Ni loco.

Se sentó a mi lado en el sofá de la sala y se puso a ver televisión mientras yo revisaba unos emails en la notebook.

No le hablaba pero era imposible pretender que no estaba allí. Jimin se mantuvo calladito y no me molestó en todo el rato. Cada tanto lo observaba y parecía entretenido con la serie que estaba viendo.

En un momento me levanté para ir a buscar algo de comer a la cocina. Iba a preguntarle si tenía hambre cuando me di cuenta de que se había quedado dormido.

Me quedé observándolo como un tonto varios segundos. No sabía qué tenía pero me llamaba la atención. Se veía lindo...y se veía en paz. Y eso me llenó de paz a mi también.

Me relajé y me empecé a sentir mejor por primera vez en ese largo día. Y sí, había sido gracias a Jimin, cuando este ni siquiera había hecho nada. Solo esperarme como un tonto muerto de frío en la puerta de mi casa para luego dormirse tiernamente en el sofá con mi suéter puesto.

Debería despertarlo y decirle que se vaya a dormir a su casa, pero no pude hacerlo. O tal vez, en realidad, no quería.

Apagué la televisión y las luces de la sala y me dirigí a la cocina a comer algo. Cuando volví a verlo se había acomodado mejor en el sofá. Estaba casi acostado apoyado sobre un gran almohadón.

Lo observé un ratito más y luego me fui a acostar a mi habitación.

Le envié un mensaje a su madre diciéndole que no se preocupara, que estaba en mi casa durmiendo y luego finalmente me quedé dormido.

Esa noche, dormí como nunca desde que llegué al pueblo. Me dormí tan plácidamente y en paz.

Y sabía que no había otra razón que el hecho de que Jimin estaba a pocos metros de mí, durmiendo de la misma manera.

Cuídame - YoonminWhere stories live. Discover now