Sólo para mí •ym•

DOS

      Su cabeza parecía querer estallar, trato de poner sus pensamientos en orden. La alarma de su celular hacía eco en la habitación, abrió sus ojos perezosamente mientras una mano reposaba en su abdomen sujetando su camisa ligeramente.

Sintió el malestar apoderándose de su cuerpo poco a poco, se concentró en el inmaculado techo del departamento de Yoongi, pero las sensaciones eran abrumadoras, poco acostumbrado a sus desarrollados sentidos, su olfato lo estaba sacando de quicio.

Se apoyó en sus codos para acostumbrarse a la luz que se colaba por la ventana de la habitación, apartó lentamente la mano de Yoongi, quien solo frunció el ceño cediendo rápidamente.

¿En qué momento se movió el alfa?

Jimin se sentía drogado, las cosas se movían lentamente a su alrededor, metió su celular sin batería en la mochila y tomo uno de los muchos cambios de ropa suyos que estaban en los cajones de Yoongi, se lo puso rápidamente, inclusive sintiendo su propio aroma en el transcurso, al llegar a la cocina y tomarse rápidamente un vaso de agua sintió como la ropa comenzaba a pegarse a su cuerpo, un calor insoportable lo inundo por completo ¿Qué le estaba pasando?

Se encamino a pasos torpes de nuevo hacia la habitación, pensando en las posibilidades y sin dudar un segundo en que Yoongi sabría qué hacer, cuando estaba a un paso de cruzar la habitación, viendo al alfa fruncir el ceño aun en la misma posición, algo hizo clic en su cabeza.

Su olfato, el sudor, los mareos, la forma en la que podía oler a Yoongi y el dulce aroma que él mismo emanaba. Se alejó de la habitación al escuchar el celular del alfa sonar y ver a este removiéndose ligeramente en la cama.

Omega

Sus pasos eran torpes y temerosos, pero decididos. Abandonaría ese lugar con su dignidad intacta.

Omega

Había crecido educado por betas, pero la clase de "Estudio de jerarquías" en la secundaria le habían proporcionado ciertos datos que nunca creyó necesitar.

Estaba presentando como omega.

Por fin cruzó la entrada del edificio y sintió el aire fresco golpeando su rostro y disipando sus sentidos, sabía que su condición de beta estaba quedando atrás, trataba de acostumbrarse a la idea de que por alguna razón desconocida para él, a sus diecinueve años estaba presentando como omega.

Había leído historias en internet y había visto películas en las cuales el omega se entrega inconscientemente al alfa más cercano en su primer celo. Era muy consiente que si su lado humano estaba completamente enamorado de Yoongi, su lado animal no dudaría en abrirse de piernas a penas oler al alfa.

Corrió como un loco recibiendo miradas extrañas por las personas que tan temprano en la mañana comenzaban un día como cualquier otro.

Cuanto deseaba que ese día hubiera sido como cualquier otro.

Estando a pocos metros de su edificio un retorcijón en su estómago hizo que se doblara del dolor, cayó al piso de rodillas, tratando de soportarlo, no había gente en las calles y el cielo comenzaba a aclararse, por lo que con lentitud se puso de pie y saco las llaves, sintiendo los escalofríos en su espalada, subió a una velocidad inhumana los tres pisos que lo separaban de su pequeño departamento.

Cuando introdujo las llaves en el orificio, se quedó de piedra tan pronto sintió como un líquido se derramaba lentamente de su trasero, entró por fin a su pieza, asegurando la puerta y arrojando la mochila en la entrada, se metió en la ducha con la ropa puesta, sintiendo un dolor tajante en su espalda baja, el agua helada poco a poco se llevó el dolor, estaba seguro que podría llevar esto solo. Si le era posible pasaría los próximos días tomando una ducha fría.