DE VACACIONES...?

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Han pasado dos horas desde que acepte la proposición de Erik y siento todavía las mejillas rojas como un tomate mientras estamos sentados frente a frente en la mesa de comedor devorando literalmente las deliciosas hamburguesas mirándonos ocasionalmente en un silencio demasiado tranquilo que no tenia nada de incomodo sino mucha paz, tranquilidad pero sobretodo con cariño, todo lo que había necesitado estos días. Sentí como su mano en un momento estaba en mi rodilla y me levantaba la pierna para colocar el tobillo en su muslo, era una posición cómoda y demasiado intima para mi pero no me asusto, me hacia feliz, demasiado feliz.

- Esta semana es mi semana de vacaciones - me comento interrumpiendo mis pensamientos, lo que me tomo por sorpresa, no sabia que los policías tenían vacaciones - llevaba años sin tomarlas así que me pareció justo hacerlo ahora que paso lo que paso - dejo de comer para sostenerme la mano - quiero ir a la playa y me gustaría que fueras conmigo - me acariciaba los dedos hasta los nudillos, era un masaje tan suave que me relajo por un minuto haciéndome sentir muy tranquila y segura.

Asentí con la cabeza porque no sabia que mas decir de la emoción, nunca he ido a  la playa, solo la había visto en el televisor y siempre me había parecido muy bonita; seria emocionante ir, caminar por ella, bañarme y asolearme un poco, mi felicidad duro hasta que recordé algo.

-Mañana tengo la cita de control con el medico en la clínica- le dije mientras arrugaba el ceño y hacia un puchero - ¿podemos ir después?- le pregunte ladeando la cabeza y en un tono mas infantil, lo vi sonreír y asentir con la cabeza - la cita es en la mañana y podemos salir en la tarde.

-No te preocupes mi amor - me contesto besándome la mano - yo te acompaño a la cita, almorzamos en el pueblo y nos vamos - sonreí confirmando que me gustaba el plan, pensando en que iba a empacar, avisarle a Ana para que este pendiente que la finca y la alimentación de Nala.

Seguimos así toda la noche, sentados en la mesa contándonos cosas, riéndonos y dándonos pequeños besos tiernos hasta que llego la media noche y el cansancio nos gano. Nos recostamos en mi cama escuchando la suave brisa abrazándonos hasta que nos dormimos de la misma forma.

*******

Al día siguiente estábamos en la clínica antes de las diez de la mañana esperando nuestro turno para vernos con el Doctor Alex que al parecer era muy buen amigo de Erik; voltee a mirar a mi alrededor, era del otro lado de urgencias, eran como oficinas de paredes blancas con puertas de vidrio grises opacas, era extraño volver a esa clínica después de todo lo que había pasado la semana pasada, aunque ya no era la misma persona que había estado ahí, todavía quedaba el recuerdo y el dolor de lo sucedido a pesar de todo.

-Mi hermosa bruja - me saludo el doctor con un enorme grito y un gran abrazo cuando salio del consultorio para recibirme, la gente a mi alrededor no le intereso lo que sucedía probablemente acostumbrados a que el tuviera esa reacción - espero que hayas pasado una buena semana, sino tendré que desquitarme con mi querido jefe de policía - soltaba en un tono burlón mientras se separaba de mi y volteaba a ver a Erik - adelante, entremos de una vez.

Me daba risa la expresión frustrada de Erik como si quisiera golpearlo y solo me dedique a sonreír, cuando entramos me di cuenta que era un consultorio pequeño, con un escritorio tono negro que resaltaba con las blancas paredes, su computador blanco y su archivero en un rincón sin ningún papel que se asomara.

- Bueno - me pregunto cuando se sentó mientras cruzaba las manos y apoyaba los antebrazos en la mesa - ¿como te has sentido? - me miraba a los ojos como tratando de comprobar que estuviera bien, su mirada parecía escanear me asegurando que estuviera en orden - ¿te tomaste todo el tratamiento? - asentí con la cabeza para responder, sentía como Erik me apretaba mas las manos para darme valor 

-Me he sentido mejor - respondí con la mayor sinceridad - solo sangre por 3 días, no tuve fiebre ni mucho dolor, de resto me he sentido bien, un poco decaída por ratos pero bien - aclare tratando de sonar tranquila aferrándome a la mano de Erik. 

- Me alegra mucho en verdad que te sientas así - me comento con una sonrisa - sin embargo te revisare - con una mano me señalo para ir al otro lado del consultorio detrás de la pared, era un espacio mas grande en el cual solo había una camilla y un armario con los insumos médicos, una lampara, y una mesita portátil, pero lo que me sorprendió fue cuando me acosté en la camilla.

En el techo había una especie de figuras que juntas eran como una constelación, un tumulto de pequeñas piedras brillantes que brillaban como si fuera un cielo nocturno despejado y demasiado estrellado, lo bueno fue que me sirvió para sentirme mas tranquila y relajada cuando el doctor comenzó a examinarme. no era tan incomodo como me lo imaginaba, me tomo la presión, me examino la cabeza, me reviso los pulmones y el corazón con un fonendo y con las manos me palpo el abdomen y el vientre haciéndome sentir un poco de molestia pero nada mas.

- Estas bastante bien Briana - me dijo el doctor mientras me ayudaba a levantarme de la camilla por lo que pude ver a Erik con gesto preocupado y de brazos cruzados, le sonreí mientras regresábamos al escritorio - creo que no es necesario medicamentos, pero ya sabes que en caso de fiebre, sangrado o dolor debes venir a urgencias - me comento el doctor Alex mientras se sentaba en su escritorio a terminar de escribir en el computador.

-Muchas gracias doc - le conteste mientras sostenía la mano de Erik y salíamos del consultorio hacia la plaza para comer algo antes de iniciar nuestro viaje.

Fue alentador saber que no tenia complicaciones por el aborto y que no necesitaba tomar medicamentos de nuevo, realmente odiaba tomar pastillas, prefería las inyecciones ya que son mas rápidas. Fuimos de la mano Erik y yo hasta el Restaurante Plaza mayor ubicado en la plaza del pueblo, era un restaurante con aspecto rustico, lleno de color café, mostaza y naranja en una combinación muy interesante sobretodo que resaltaban los cartuchos colocados en lugares estratégicos; la sala tenia una barra bar donde se veían las copas colgando de manera elegante y las botellas de alcohol en la pared del fondo, en el resto del local habían alrededor de 5 mesas negras con sillas del mismo color y unos sencillos manteles mostaza con una lampara metálica como centro de mesa.

Se nos acerco una amable mesera con un simple uniforme de camisa blanca y pantalón negro, quien nos entrego una fina carta y casi me da un infarto cuando lei los precios de la comida, sabia que era un sitio muy exclusivo donde siempre llegaban los turistas durante el festival de la luna que se realizaba desde el 20 hasta el 23 de diciembre de cada año pero esos precios eran demasiado altos, con solo un plato de esos podía hacer un mercado por el mes entero, alce la mirada para encontrarme con Erik diciéndome que no me preocupara.

Decidí irme por un pollo con salsa de champiñones y una limonada natural, el pidió un pavo con salsa de ciruela y un jugo de fresa, seguimos hablando mientras comíamos la maravillosa comida que estaba acompañado por papas fritas y una deliciosa ensalada de aguacate por lo que a mi me pareció varias horas. Cuando terminamos Erik me había comentado que nos quedaríamos tres días en un hotel muy bonito a la orilla de la playa, que comeríamos comida del mar (nunca la he probado) y de ahí ir a la ciudad un par de días mas para conocer e ir al teatro.

Cuando nos embarcamos en el carro tenia demasiada emoción por conocer algo mas allá de mi casa y el pueblo que nunca me ha gustado, con demasiada felicidad de que por fin mi vida estaba mejorando.

LA OBSESIONWhere stories live. Discover now