Mickey Mouse

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*Narra Raoul*
No me puedo creer que me lo haya dicho. Justo cuando pensaba que la cosa no podía superarse, el canario suelta tres palabras que hacen que esta noche sea más inolvidable de lo que ya era.

Ago: Raoul, te quiero

No me lo pienso dos veces y le respondo con total sinceridad.

Ra: y yo a ti. Ojalá pudiese hacer que este viaje fuera eterno, este está siendo el mejor verano de mi vida y es gracias a ti
Ago: *riendo y un poco sonrojado* eeella exagerada
Ra: lo digo en serio, idiota *le da un pequeño puñetazo en el hombro* no solo a nivel personal, me has ayudado a darme cuenta de que no debo cumplir los deseos de mis padres, que debo seguir los míos y dejarme la piel por ellos, como haces tú y como hizo Álvaro. Y además me has enseñado cuál es ese sueño... muchas gracias
Ago: *levantando las cejas y con una sonrisa esperanzadora* eso significa que pronto voy a poder oír algún single del gran Raoul Vazquez?
Ra: *cruzando los dedos* esperemos que sí *ríe* primero tendré que hablar con mis padres
Ago: yasss *le besa* me alegro un montón por ti y quiero que sepas que, aunque estemos separados por miles de kilómetros de distancia, voy a ser tu fan número uno siempre, tenlo claro
Ra: ya, claro, tú te vienes conmigo
Ago: *riendo* ya veremos, ya...

Después de darnos un par de besos y caricias más, nos dormimos cada uno a un lado de la cama. Me hubiese encantado dormir abrazado a él, pero si ya sudo por mí mismo como para abrazar a otra persona... me levantaría deshidratado. Definitivamente, esta noche ha sido perfecta, pero la cosa no acaba aquí, pues a la mañana siguiente los rayos de sol que me golpean la cara me despiertan. Este chico habrá oído hablar de las persianas? Volteo ligeramente mi cabeza y me encuentro la cara del canario a unos pocos centímetros de la mía. Si pensaba que despierto era mono, durmiendo es la cosa más preciosa que he visto en mi vida. Como no puedo volverme a dormir, doy una vuelta por su habitación. Tiene un montón de discos de Mónica Naranjo, Whitney Houston, Lady Gaga y Céline Dion. Además, colgando de la pared hay una bandera del orgullo. Tiene algo escrito con rotulador: amor, libertad y visibilidad. No sé muy bien qué es, pero no me extrañaría que esa frase fuera de su propia cosecha, Agoney es muy literario cuando se lo propone. Sigo observando su habitación y encuentro una infinidad de cosas sobre Mickey Mouse. Qué obsesión, por Dios. Tazas, camisetas, peluches, figuritas... si es que es un bebé de dos años. Me dispongo a despertarlo, ya que sé que le quedan un par de horas para empezar a trabajar. Me acerco sigilosamente a su oreja.

Ra: *susurrando* despierta
Ago: *medio dormido* un ratito más...
Ra: *zarandeándolo levemente* vas a llegar tarde, Mickey Mouse
Ago: *le pega con la almohada* cállate, Pluto *ríe*
Ra: *riendo* qué borde, Agonías

*Narra Agoney*
Me doy media vuelta para seguir durmiendo, pero el rubio no se da por vencido. Se tira en la cama junto a mí, me rodea con los brazos y empieza a colmarme de besos.

Ago: me estás buscando y me vas a encontrar...
Ra: *fijándose en la entrepierna del canario* me da a mí que ya te he encontrado
Ago: *riendo* no te emociones, es porque me acabo de despertar
Ra: sí sí...
Ago: pues sí *vuelve a hacer el amago de dormirse*
Ra: *riendo* qué te pasa que estás mayor ya para tanta marcha?
Ago: *se espabila de golpe* pero si solo tengo un año más que tú, enano
Ra: pues parece que sean unos cuantos más, viejo
Ago: imbécil...
Ra: *bromeando* viejo y malhumorado, lo tienes todo
Ago: *negando con la cabeza y sonriendo* te vas a enterar...

Sin dudarlo, me pongo sobre él y, antes de hacer nada, le doy unos besos. Pero cuando tengo la ocasión, cojo sus tobillos y hago que se apoyen en mis hombros.

Ra: pero qué vas a...? *gritando* Aaaah!

Me introduzco en él sin ningún miramiento, lo que hace que el rubio suelte un gemido estridente.

Ra: avisa, mamón
Ago: te dije que te ibas a enterar
Ra: *riendo* pero me esperaba otra cosa, no esto
Ago: prefieres que haga otra cosa?
Ra: nadie ha dicho eso
Ago: entonces, déjate llevar

Imito mi movimiento anterior repetidas veces y cada vez a más velocidad. Sujeto las piernas del rubio con fuerza para que no se caigan de mis hombros. Tengo el cuerpo hecho polvo por lo de ayer, pero no me importa. Le dije que se iba a enterar y lo va a hacer. Lo único que veo es el cuerpo de Raoul, lo único que oigo son sus gemidos y sus gritos, y esto es lo único que me importa en estos momentos. Pierdo la noción del tiempo y solo sé que, un rato más tarde, los dos volvemos a estar tendidos en la cama con nuestras respiraciones agitadas pero acompasadas.

Mimi: *gritando desde la cocina* si ya habéis acabado, salid a desayunar!

Joder! No me acordaba de que Mimi y Ana viven aquí también. Qué vergüenza, nos han oído además. El rubio, caracterizado por su rojo tomate facial, está tan avergonzado como yo. Pero bueno, lo hecho hecho está.

Ago: vamos, lobito
Ra: *exahusto* prefiero quedarme un poco más aquí
Ago: vaya, quién es el viejo ahora?

Me pongo unos calzoncillos y voy al cuarto de baño. Después de ducharme, cojo una toalla y se la doy a Raoul.

Ago: *lanzándole la toalla* en el baño tienes los calzoncillos que te dejaste ayer y la camiseta y el bañador ya están secos, así que te los puedes poner. Además en la mesa de la cocina tienes la ropa del otro día, acuérdate de cojerla
Ra: *poniéndose la mano en la frente* sí, mi sargento. Entre tanta orden y la ropa militar...
Ago: que idiota *ríe*

El rubio se va al baño y yo salgo a la cocina a preparar el desayuno. Allí me encuentro a una Ana y una Mimi muy sonrientes. Se viene otro interrogatorio...

THIS LORD IS A TRAMP (Ragoney)Where stories live. Discover now