Capitulo 4

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Capitulo 4. La fiesta de inauguración y David Walker.

Me pasé toda la tarde tratando de idear una venganza dulce y dolorosa para el payaso y la rana. Así es, ya les había puesto sus apodos. El ingenio se apoderó de mi malvada cabeza.

Estaba en mi cama después de haberme comido todo el almuerzo del campamento, acostada, arrepentida.

¿Por qué comí tanto?

Ahora mi barriga llegaba hasta el suelo y no podía caminar del dolor. Rachel entró a mi habitación como diva, haciendo que la puerta se golpeara contra la pared.

- Ops.- Rió avergonzada.- ¿Que te pasa, Mak? - En el almuerzo ella se estaba bañando, por lo que no comió mucho. ¿Cómo se aguantaba tantas horas sin comer?

Yo mientras como me da más hambre todavía.

- Se comió como cinco platos de almuerzo.- Agregó Lexi. Haciéndome saltar en mi cama.

- ¿Y cuándo llegaste tú?- Pregunté. Sobresaltandome. ¿Cuándo llegaron las dos?

- Auch. Pero toma el lado bueno.- No había ningún lado bueno.- Hoy día en la noche está la fiesta de inauguración. Conocerás chicos...- Ese lado si está bueno.

- ¿Lexi, tienes pastillas para el dolor de estómago?- El día de ayer la había visto sacar su botiquín de emergencias, tenía lleno de pastillas, parches, entre otras cosas. Parecía mi mamá.

- Obvio. Soy una enfermera. - Respondió, mostrando sus dientes.- Vengo en un minuto. - Tras decir eso se fue a buscar las pastillas.

- ¿Ya pensaste en que le vamos a hacer a las otras?- Inquiere Rachel. Con una pisca de maldad.

Que pisca ni que nada. Completa de sed de venganza.

- Yes.

- Yo propongo en la noche pintarles la cara. - Buena idea.

Pero muy suave.

- Yo quería tirarles la ropa al lago con caca.- Ella agrandó los ojos. Sabe que con la ropa no se juega, es algo preciado para ella.

- ¡Estás loca! Por eso me encantas. - Me guiña el ojo. Reímos las dos.- Pero eso dejémoslo para otra ocasión, para cuando nos hagan algo más fuerte. Ya sabes, lo mejor para el final.- Estoy de acuerdo.

- ¿Por que no?- Ya quería pintarles sus caras horrendas. Las ganas de hacerlas pagar me consumían.

- Volví.- Lexi llegó con una pastilla y un vaso con agua.

- Gracias.- Tomé la pastilla. Hasta  para tomar agua me dolía el estómago.

¿Por qué gordura?

Las siguientes horas pasaron sin incidentes, las otras tres chicas no estaban aquí y Lexi, Rachel y yo pudimos disfrutar de una tarde de películas en mi notebook. Lo malo era que la señal se caía a cada rato y teníamos que ir al bosque para ver una película tranquilas y sin interrupciones.

- ¿Que hora es, woman?--  Bosteza mi amiga. Rachel espera la respuesta, ya que es tan floja para ver su propio celular.

- Las 9.- Respondí, mirando la hora en mi celular.

- ¡No! ¡La fiesta empieza a las 10!!- Verdad, la fiesta. Agrando los ojos. Tomamos las cosas lo más veloz posible.

- Se me había olvidado. ¡Vamos! - Rachel y yo nos levantamos apresuradas. Pero Lexi no.- ¿Que pasa Lexi?

- Es que... No quiero ir...- Murmuró.

- No,no,no,no,no. Tú dijiste que irías y así será.- Rachel y yo la sacamos de un tirón y entramos a la cabaña con las cosas.

Campamento de perrasWhere stories live. Discover now