Campamento de perras

Capitulo 9

Capitulo 9. "El dibujo".

Con nervios y con esperanzas de que él no haya visto nada, agregué.

- No mires.

Las manos me sudaban demasiado y todo mi ser emanaba vergüenza.

- Tampoco pensaba hacerlo.- Agh.

Es por esto y mil cosas más que me cae horrible.

- Puedes... Ayudarme?- El se levantó con desgana y me tiró algo para taparme. Me tape y el se acercó hacia mí.

- Solo tengo que hacer un nudo? Cómo los zapatos?- Asentí. Ruborizandome. - Listo.

Que flash.

Se preguntarán como el pudo atarme el sostén súper rápido, si esa cosa es el demonio. Pero...es por qué estoy usando bikini. Duh. Solo se necesita atarlo y boom!

- Gracias...- Murmuré.

- No sé por qué te da vergüenza, ya he visto a chicas sin la parte de arriba y tú serás una del montón.- Le pegué.

Este hombre.... No, ni si quiera es un hombre.

Es insoportable.

- Y crees que con eso igual me mostraré? Serás pendejo...

Después de un rato, en el que sentía que el tiempo pasaba muy lento y que ya me iba a morir de calor.  Abrieron la puerta.

- Que hacen aquí todavía, chicos?- Preguntó la señorita Carolina. Bastante asombrada por vernos aquí.

Pero por qué se asombraba?

- Nos encerraron.

- Así es.

- Bueno, vayan a sus campamentos y duerman.

- Qué?- Preguntamos al unisono. No podía creerlo.

- Es de noche. - Ay no.

Salimos todos sudorosos y con mucha furia.

- Por tu culpa me pase toda la tarde contigo, encerrada, muerta de calor y además casi me ves la teta.- Chillé. Por qué todas las cosas malas me pasan a mi?. Tenía el presentimiento que me seguirían pasando peores.

- Y crees que yo no estaba igual?. Por qué a veces eres tan insoportable?- Dijo, con su tono feo. Osea, su voz.

- Yo?, Insoportable? ,Nunca.- Me miró mal, muy mal.

- Mira, sabes que?- Lo ignoré y fui a mi cabaña sin darme vuelta y haciendo que quedaba cerca. - Oye, te estoy hablando!- Gritó.- Oye!!- Seguí caminando, mientras el iba atrás mío. Hasta que me agarró del brazo.- Presiento que seremos unos buenos enemigos.

- Te creo.

- Por fin en algo coincidimos.- Añadió.

- Y en que otra cosa no lo hacemos, si nos acabamos de conocer?- Sigue con la tontera esa.

- Por qué me hablas tan informal, si nos acabamos de conocer? - Boom.

- Imbécil.- Me di la vuelta y caminé.

- No que ibas para allá?- Apuntó.

Y como siempre, yo, Makayla Peterson, pasando pena.

- Ajá.- Caminé decidida para donde iba antes. - Buenas noches, Cameron.

- Buenas noches, Makayla. - Y se fue.

Entré a mi cabaña enojada. El aire del campamento al exterior me había enfriado y ya no estaba sudando.