Capítulo 11.

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Subió las escaleras con cuidado, eran las doce de la tarde y no veía rastro de vida de su compañero de casa, causándole preocupación inminente. Tenía el desayuno listo para comenzar un nuevo día y debido a que el tiempo estaba ligeramente frío, era perfecto para poder disfrutar de la calidez que proporcionaba un buen café y la estufa prendida, sabía bien que el castaño era bastante friolento. No obstante, ahora el desayuno estaba frío y no había escuchado ningún ruido desde que se despertó.

Miró la puerta de la habitación perteneciente a Blard, y tocó; solo una vez había entrado allí y era cuando se había mudado, no era mucho de interferir en espacios ajenos a menos que sea necesario como ahora. No recibió respuesta a sus golpeteos, pero no era impedimento para seguir investigando qué sucedía por lo que giró la perilla para abrir el umbral, se encontró con el ordenado cuarto impropio, todo parecía en orden, el escritorio con sus cosas bien posicionadas, los cajones sin aberturas y el suelo limpio. Antiguamente acostumbraba ver desorden por Ink, quien era un tonto en todo lo que se refería a limpieza, y esperaba que su hermano Error le hubiera ayudado a cambiar tal mala costumbre.

Lo único que no combinaba con el orden de la habitación, era el gran bulto que estaba en la cama, las sábanas opacas y oscuras cubrían por completo el cuerpo ajeno, entró despacio, buscando su rostro, y abrió sus ojos al notar su nariz sonrosada con el ceño fruncido. Acercó su mano a su frente, separándola al instante por dos razones: una, estaba muy caliente y dos; Blard abrió sus ojos al instante asustando al albino.

- ¿Qué hora es...?

Parecía totalmente absorto de que Geno estaba en su habitación, incluso se había sentado con notoria dificultad con sus brazos tras el cuerpo sin camiseta, dejando expuestos los tatuajes que tanto revuelo causaron en la mente del de bufanda además de sus músculos la vez anterior. Reaccionó volviendo a acostar a su amigo, no podía exponerse al frío cuando no tenía nada puesto en el torso.

- Tienes fiebre, Blard, es mejor que no te levantes. -El susodicho, alzó un brazo para presionar sus dedos sobre sus propios ojos en gesto de tratar de despertar, su voz al preguntar anteriormente había sido muy afónico, era mejor un reposo absoluto- Son las doce.

- Estoy bien. -Dijo entonces, reposando el brazo levantado sobre su frente, una perspectiva tan cautivante para cualquiera. Geno buscó a su alrededor una silla, a falta de ella se sentó en la orilla del colchón, negando con la cabeza.

- No, tienes ojeras, y hasta estás sudando con la poca ropa que usas. -Regañó- ¿A qué hora llegaste anoche...?

Ayer fue otro día más de los cuales Blard se iba al campo a trabajar un día, quizás hacía mucho frío y se descuidó, habían muchas posibilidades factibles. El mayor sonrió, despreocupado de su estado, impresionando a su receptor.

- A la madrugada. -Bostezó- Pero no puedo estar acá mientras tú...

Un breve ataque de tos atacó la oración del castaño, haciendo que el menor se levantara y sobara su hombro como costumbre con sus hermanos cuando también se enfermaban. Geno se arrodilló para estar cerca y que pudiera el otro mirar su expresión dando a entender que se lo estaba ordenando, no pidiendo.

- Estaré acá contigo, voy a cuidarte. -Con un tono maternal, pronunció, haciendo de sus labiales una tierna sonrisa mientras que acomodaba las mantas otra vez- Ya vuelvo.

Blard quedó consternado, pero se levantó una vez el otro salió por la puerta murmurando un "espero que no sea pulmonía", miró a los lados y sacó bajo la almohada una camiseta blanca, posiblemente el albino pensaba que sería interferir con su intimidad y deseaba que estuviera cómodo. Detestaba sentirse así, enfermo y con fiebre pues estar sin hacer nada se le era estresante, podría estar ordenando, limpiando y pasando una tarde tranquila con su amigo, pero ahora solo debía ser cuidado; tenía que ver el lado bueno de las cosas, esta vez estaría al cuidado de alguien quien realmente quería verlo mejorar.

Hogar de Dos | 30 días de OTP [Editado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora