Capítulo 9

215 4 0
                                    

Noviembre 03 del 2015

-Vamos preciosa di que si.- Dijo David.
-¡Te dije que no!- Respondí algo furiosa.
-Haber dime. ¿Por qué no? Ya he comprado los boletos, no me vas a fallar ¿o si?-
-Yo no voy a fallar a nadie porque jamas te dije que voy a ir. ¿Para que los compraste sin consultarmelo?-
-Porque supuse que dirías que si. ¿Quién va a negarse a este guapo?- Dijo bromeando con una sonrisa en la cara .
-Yo me negare. Es más, ni siquiera se si los haz comprado para ir con otra niña y dijo que no. Por eso vienes donde mi como tu segunda opción ¿no?-
-¡No! Eres muy ocurris...-
-¡Claro! Como aquí esta la estúpida que siempre es plato de segunda mesa.- Lo interrumpí furiosa.
-¡Haber, hey! Princesa, relaja esos ovarios.- Me sujetó la cara con sus dos manos y me miró fijamente. Se acerca a mi lentamente... ¿¡qué está haciendo!? Lo tengo ahí, cara a cara. Su boca a un poco espacio de la mía. La tentación es tanta ¿cómo voy a librarme de esta?
-He comprado los boletos pensando solamente en ti. Ademas, ¿qué mal te causaría? ¡solo son dos días mujer! Y en la playa... bueno digo ¿no?- Agachó la cabeza y alzo la mirada Rayos, ¿¡porqué es tan guapo!?
-No iré, ¿qué pretendes? ¡Ni siquiera te conozco!-
-Hay niñita. Nos conozemos más de un mes, no seas exagerada. ¿Que hago para que aceptes? ¿me arrodillo? Va, va.- Se inclinó en el suelo, me agarró la mano y me pregunto nuevante:
-¿Aceptarías ir conmigo a disfrutar de un fin de semana en el sol, playa y arena?- Dijo mirandome con sus preciosos ojos, esos sus ojos son los que me tienen embobada, si, eso debe ser.
-Rayos...- Sonreí.
-Y bueno, tomaré eso como un si.- se levantó y me tomo de la mano.
-¡Iremos de viajeeee!- Gritó y todos voltearon a vernos. Me sonrojé.
-¡Callate!- Susurré con los labios entre abiertos.
-Lo siento, la emoción.- Susurró el despues de mi.
Caminamos a casa.
-Bueno guapa, llegamos a tu casa. Ve y haz tu maleta que mañana vendré por ti a las cinco de la mañana.-
-¿¡Cinco!? Dios mío, me será imposible abrir los ojos...-
-Tranquila, yo llararé a darte los buenos días.-
Me despedí y entré a casa. ¿Cómo fué que esto paso? Me perdí, me perdí es sus hermosísimos ojos color café y ahora, ahora ya no se que hacer sin ellos.
Corrí a hacer mi maleta con una sonrisa estúpida en la cara. Estaba tan feliz que hasta podría vomitar corazones. Anocheció rápido, ya quería volver a verlo. Me llegó un mensaje de texto ¿Quién será?
-Hola príncesa ¿Como estubo tu día? Espero que muy bien. ¿Ya hiciste tu maleta guapa? Vayas haber olvidado hasta eso, torpe. Mañana ya nos veremos.
Oye. Si por tanto extrañarte te irías acabando, ahora mismo no existieras. Buenas noches niñita.
Besito en la frente.-
¡Es él! Es tan lindo...
Escribí una nota a mi mamá ya que casi nunca pasa en casa.
-Mamá, mañana pasaré el día con las chicas y al terminarlo dormiremos en casa de Monse. Regreso el domindo en la noche.- Miento
-Te quiero...-
Fuí a la habitación de mi hermano. Almenos el siempre me hacía compañía.
-Hey Julián, mañana iré de viaje.-
Es mi hermano mayor, lo amo con toda mi alma, es el único que ha estado desde que papá... se fué.
-¿Con quién? ¿Con el imbesil que ha venido a dejarte a casa?- Dijo furioso.
-Vamos cariño, es un buen niño. Va a caerte muy bien, te lo aseguro.- Le extendí los brazos para que me de un abrazo y me comporté como una niña mimada.
-Humm.-
Me abrazó y me dió muchos besos en la frente.
-Si estas intentando escapar de casa para irte a vivir con el lo raptaré y luego pisaré su cabeza contra el suelo.- Dijo riendo, no dejabamos de abrazarnos.
-Haha, tranquilo. El domingo estaré aqui sin falta. No me extrañes demasiado, que de tanto extrañarme podría dejar de existir.-
Si. Dije lo que David me había dicho hace un momento ¿Por qué? Ahora tal vez ya significaba algo para mi...
-Boba. Te amo.- Me agarró la mano y me llevó a mi habitación.
-¿Qué haces?- Pregunté algo confundida.
-¿Qué? ¿Ahora no puedo arropar a mi hermanita?-
-Haha es ridículo.- Le dije.
Me besó una vez mas la frente y dijo:
-Venga, no seas tontita.-
Me acosté en mi cama y me cubrió con las cobijas. Se acostó a mi lado y me acarició el cabello.
-Te amo pequeña.-
Lo se, y yo a el. No se que haría sin mi hermano, él se ha encargado de cuidarme.
Se quedó conmigo hasta que me dormí. Ahí, velando mis sueños. Almenos sabía que alguien cuidaba de mi. No hay de que preocuparse, él me protege.

*Cuatro y cuarenta de la mañana*

Tenía una llamada perdida y el buzón comenzó a reproducir.
Buenos días princesa! Es hora de despertar pequeña dormilona.- Baaah... muero de sueño. Que se calle y me deje dormir.
Leah son las siete y treinta levantate yá!-
¡Carajo! No puede ser ¿Es en serio?
Me despesperté rápido y agarré mi celular. Cuatro cincuenta y dos. ¡Idiota! Me ha hecho asustar. Bueno ya estoy despierta, hay que vestirnos. Me lavé los dientes, entré a la habitación de Julián y le di un pequeño besito en la cabeza. Salí agarré mi maleta y baje las escaleras. Apenas abrí la puerta dijo:
-Haha lo siento sino decía eso seguirías dormida.-
-Bobo.- Y fruncí el seño.
Tubimos que ir en metro, hasta la estación. Llegamos y nos fuimos. Dormí todo el tiempo.
-Llegamos preciosa.-
Abrí los ojos y tenía mi cabeza en su hombro ¿¡Pero qué!?
-Lo siento. ¿Nos bajamos?-
-¡Claro!-
Llegamos a un hotel hermosísimo y una habitación que...
-¡Solo hay una cama!-
-Lo siento, no había de dos.- Dijo sonriendo
-Alguién dormirá en el sofá- Le respondí sarcástica.
-Haha, niñita.-
Salimos a desayunar, fuimos a la playa, jugamos mucho, reimos, visitamos muchos lugares preciosos, compramos muchos recuerditos y al atardecer fuimos al mar nuevamente. Nos sentamos en la orilla a intentar contar las estrellas y a comer helado, el mío de chocolate y el suyo de fresa. Le tomé una foto distraido, ni siquiera lo notó.
-¿Puedes contarlas todas?-
-No, obvio.-
-Entonces no sabes lo mucho que me gustas.-
Lo miré y el me miró a mi. Se balanceó hacia mi y...
-¿Qué haces?- Susurré con calma.
-Voy a besarte ¿sabes lo que es un beso?-
-No, pero lo sabré cuando me des uno.- respondí sonriendo.
-¿Me juras que jamas vas a dejar de desear verme?-
-Asi pasen un montón de años y hací estemos en el peor momento, asi ya no te tengo a mi lado; siempre tendré ganas de volverte a ver.- Le juré y él me besó. Sellamos el trato.

Me había enamorado perdidamente de un niño que acababa de entrar a mi vida. ¿Y qué? Alguien alguna vez me dijo:
Arriésgate! De todas formas todos estamos destinados a morir.-

Lo que haría por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora