Sálvame [CDMU, Lysandro].

P r ó l o g o

Francia, 2 de enero, 2011.

— ¿Cuánto tiempo te irás? —cuestionó, movilizándose por el apartamento hasta llegar frente a mí.

Mordí mi labio inferior con fuerza. Esta era la parte más difícil. Era consciente de que debía hablar, que él merecía una explicación, después de todo no era cualquier cosa: iba a mudarme, lejos, demasiado lejos de todos. ¿Quién hacía eso? Mudarse posteriormente de haber tenido sexo.

—Será por tiempo indefinido —contesté, ignorando la tristeza que comenzaba a invadir sus ojos—. Vamos a mudarnos.

Tragó y pude ver que le había golpeado la repentina información.

— ¿Es en serio, Annie? —inquirió—. No puedo... ¿cómo es que solo te vas?

—Es una gran oportunidad, Lys —repliqué—. Para mí, para mi familia..., no puedo quedarme.

Al principio no había sido fácil hacerme a la idea de tener que mudarme nuevamente, debido a que sentía que este era mi hogar, las personas que más me importaban y que me habían visto crecer se hallaban aquí; abandonarlas seguía sonando irreal. No obstante, comprendía que no debía pensar solo en mí, sino también en mi familia, para ellos era una oportunidad única. No iba a arrebatarles eso.

Lo pensé mucho, pasé bastante tiempo cuestionándome cómo seguirían las cosas a partir de ahora. No concebía la idea de terminar mi relación. No podía. Asimismo, la solución que surcó mi mente fue bastante clara: «relación a distancia». Sí, sin duda era algo aterrador y requería un arduo trabajo para hacerlo funcionar, pero estaba segura de que podríamos.

—Vas a irte... —pareció saborear las palabras y, como si le supieran tan amargas como eran, hizo una mueca—. No puedo creerlo, simplemente, no lo entiendo. Encima, ¿has visto a dónde se van? ¡Es demasiado lejos! A duras penas podremos vernos.

—Lo sé, lo sé, lo sé —mascullé—. Buscaremos soluciones, yo quiero intentarlo. No podemos dejar que se termine.

Arrastré la silla de su escritorio, quedándome en pie y mirándole fijamente. Sus preciosos ojos bicolor estaban gritándome un clarísimo: «no me dejes», que sabía, él nunca pronunciaría. Me maravilló desde el primer instante la forma de ser de Lysandro y, aunque fue complicado, logré conocerlo hasta el punto de anticipar sus reacciones e idear lo que él podría estar sintiendo.

¿Cómo podía dejarlo? No era una elección, no me estaban otorgando el derecho al voto. Y, mierda, lo quería tanto que quemaba.

»Funcionará, te lo prometo —acorté la distancia y acaricié su torso desnudo—. Solo debemos intentarlo, sabes que te quiero, ¿verdad? —asintió—. Y también sabes lo importante que es mi familia para mí. No puedo ser egoísta, es una gran oportunidad. Y cuando termine la universidad prometo volver...

—Cinco años... quién sabe si más.

—No voy a pedirte que me esperes —aclaré—. Si no estás de acuerdo, si prefieres no continuar... está bien —afirmé.

Suspiró profundamente y llevó una de sus manos a mi mejilla, acariciándola antes de murmurar:

—Prométeme que volverás —pidió—. Y te prometo que lo intentaremos y haremos que funcione.

Una casi inapreciable sonrisa se asomó en mi rostro y asentí.

—Lo prometo, Lysandro. Te lo prometo.

Rodeó mi escuálido cuerpo con sus grandes brazos y el calor proveniente de su piel tersa me hizo suspirar. Extrañaría absolutamente todo él. 

*                     *                   *

¡BIENVENID@S SEAN A ESTE PRECIOSO FIC!

Antes de que decidan continuar la lectura (o no xD), me gustaría aclarar algunos puntos:

1. Soy mala, así que les garantizo bastante sufrimiento con este fanfic.

2. Aunque no lo parezca o no lo haya colocado todavía, esta es la primera parte de una serie de libros sobre lo que ocurrió después de que Sucrette se mudara y regresara cuatro años más tarde.

3. Dejaré varias pistas sobre los posibles fics que le sigan a este. Y también de algunos enigmas que no han quedado claros 7w7.

4. Creo que ésta es una historia diferente, en todos los aspectos, a lo que he leído sobre CDM en Wattpad, pero espero esto no te asuste y te vayas. Lo nuevo es bueno.

5. Lenguaje vulgar, amistades vergas y escenas calientes seguirán a continuación. Seguir leyendo bajo tu propia responsabilidad.

Hasta aquí. ¡Espero continúes y te guste!

Besos para tod@s.

—Vhelsie.