Shadonic.
Sonic nunca ha destacado como alguien de importancia, más allá de ser el chico más inteligente de su clase. Su única forma de distraerse resultan ser los libros, tanto de lectura como los materiales. Pero, quizás, esta vez pueda haber algo...
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Capítulo 1
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No importa cuánto se esfuerce, parece que Sonic definitivamente no va a soltar ese bendito libro de Biología que sostiene entre sus manos, incluso desde que la clase de dicha materia ha culminado hace unos quince minutos. Sus lentes se le resbalan por su pequeña nariz de vez en cuando, es solo ahí cuando detiene la lectura y deja de responder las prácticas —y eso que la profesora Rose ni siquiera ha tocado la materia— para arreglar sus lentes al deslizarlo de nuevo a su lugar.
Shadow gruñe por lo bajo; se siente ignorado completamente ante esa manera que Sonic tiene de hundirse profundamente en su quehacer, importándole un cacahuate tener a su mejor amigo a su lado.
—A este paso voy a robarte las respuestas —Shadow masculla, mientras se sienta a un lado de Sonic, en el suelo.
La próxima lección comienza en unos veinticinco minutos y sinceramente piensa saltarse esa lección para correr a la parte más alejada de su colegio.
Las instalaciones, divididas en dos edificios grandes, son rodeadas por detrás por un gran bosque, el cual lleva finalmente a una cascada. Y siempre que Shadow quiere librarse de sus problemas —o más bien, a liberarse de un poco del estrés—, es cuando pasa por entre aquel lugar para relajarse. Muy pocos profesores siguen a los alumnos que se van hacia allá, así que tiene casi media vía libre para concretar una parte de sus planes.
—Sonic —continúa insistiendo, cuando nota que el otro ni siquiera ha despegado la nariz de entre las hojas—. Hey, ¿estás ahí?
Cansado y algo hostigado, Sonic finalmente cierra su libro, colocando un pequeño separador en la página donde ha quedado. Su forma de un pequeño círculo, adornada con una pequeña frase escrita por la cuidada caligrafía de Shadow:
«No hay nada peor que los secretos, que aquellos que con obligados a callar, porque quienes pueden resultar heridos son ellos mismos.»
Sonic sonríe, acomoda mejor y con más cuidado el pequeño papel cubierto en un plástico protector. Cuando guarda el libro sobre su regazo, voltea hacia Shadow con una pequeña mueca adornando su rostro. Entonces las comisuras de su boca se estiran hacia arriba en una pequeña sonrisa mientras entrecierra los ojos, hasta mostrar un gesto que a Shadow lo vuelve loco.
