Capítulo 13 part 2

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Rey levanto a Atenea de la silla de ruedas y la puso en su espalda para llevarla a la orilla de una hermosa playa que estaba escondida, no pensé que un lugar así de bonito existiera tan cerca de aquí y por la mirada de Atenea sabia que ella pensaba lo mismo que yo 

—¿Te gusta?   

—Esto es hermoso Rey ¡¿Como lo encontraste?!  

—Haría lo que fuera por tu bonita sonrisa mi Atenea, hasta encontrar este lugar

Atenea que jamas se queda con una respuesta así, lo hizo, ella no quería ni necesitaba saber la verdadera respuesta, ella solo necesitaba disfrutar esa noche, o eso era lo que pensaba yo cuando no escuche otra pregunta por parte de ella.

Rey la bajo de su espalda y la acomodo en la orilla de la playa, una parte donde sus pies fueran tocados por el agua mas no su cuerpo, solo en ese momento fue que le dio el algodón de azúcar. Atenea se veía tan feliz y ese brillo y magia que había visto tantos años en ella estaban rodeándola, estaba llena de vida de nuevo

—Gracias...

—¿Por el algodón? no te preocupes me saliste mas barata que otras mujeres, es mas, si quieres te compro otro

—¡Que idiota! —dijo Atenea riéndose. —No, bueno si, también gracias por el algodón de azúcar, pero hablo de todo esto... de ayudarme a salir, de dejarme ver el mar, olerlo, recordar como es... mirar el cielo, las estrellas, poder sentir el aire en mi cabello, me siento tan feliz... Tan pero tan... Feliz

Atenea comenzó a llorar y Rey sonreía mientras acariciaba su cabeza, yo hubiera querido evitar esas lagrimas, pero una de las mejores cosas que podía pasarle a ella en ese momento era llorar, que no ocultara siempre su dolor, y me alegraba que lo compartiera con alguien mas, con alguien que si podía consolarla... No como yo

—Discúlpame mi Atenea... porque te deje sola, cuando te visite aquella vez en el hospital no podía creerlo, cuando te vi... No quería aceptarlo y fui un idiota por eso, te deje sola con tu enfermedad, enfermedad que se puede curar con una cirugía o con lo que sea, discúlpame a mi... Por dejarte como si no me importara, pero es que solo pensaba que podías irte para siempre y ya no quería que las personas se fueran de mi lado, primero mi papá y luego tu...

—¡Oye! no me mates antes de tiempo —dijo en forma de broma, para quitar el ambiente depresivo que comenzaba aparecer 

—Atenea, no te vayas nunca...

Atenea sonrió y era la sonrisa mas sincera que había puesto en mucho tiempo 

—Siempre estaré contigo Rey  

Me quede mirándolos un rato, el lugar era hermoso y todo se parecía a las películas que Atenea veía de amor de vez en cuando, me pregunto si también se habrá dado cuenta de eso  

—¿Qué piensas? —dijo Rey 

Pero Atenea no contesto de inmediato, ella solo se acostó en la arena y Rey y yo hicimos lo mismo, luego ella alzo la mano en dirección al cielo y yo inconscientemente hice lo mismo

—Cuando uno mira el techo de una casa mientras esta acostado en el piso, el techo se ve muy lejos de uno, cuando uno se acuesta en una cama, el techo se ve mucho mas cerca, pero cuando uno sale y ve el cielo desde el suelo, el cielo se ve inmenso y cuando uno se levanta el cielo sigue viéndose igual de grande y estoy segura que si fuéramos hormigas el cielo se vería igual de grande que ahora, lo que digo... Es que el cielo es tan grande que no importa donde estemos, seguirá viéndose igual  y todavía así... Las personas quieren ir a el, lo que trato de decir es que el cielo se parece mucho a los sueños ¿No crees? algo inalcanzable que igual buscamos alcanzar, porque no importa el tamaño del cielo o del sueño o que tan inalcanzable parezca, nunca nos rendimos por ir mas lejos

—La verdad... Es que no entendí mucho eso  

Pero yo si lo entendí, Atenea hablaba de su sueño, de un gran sueño y estaba aceptando que era tan grande como el cielo, pero que no le importaba porque era su sueño y ella iría mas lejos por el

—Nada Rey

—Dime mi Atenea, quiero saber

—Que tengo un sueño... uno muy grande y es muy difícil de cumplir, pero Dios me dará el tiempo suficiente para cumplirlo, por eso no voy a morir todavía 

—¿Cual es tu sueño? Claro, si puedo saberlo

—Mi sueño es llenar de amor los corazones de las personas.

Rey la miro como el que quiere entender pero no puede, pero es que es la primera vez que Atenea decía su sueño en voz alta y admito que me sorprendió eso, pero estaba orgulloso de que lo hiciera, porque si a Atenea le pasaba algo por lo menos alguien mas sabría cual era el deseo de su corazón 

—No se que sueño es ese, pero te ayudare en lo que necesites

Atenea lo miro con asombro y cariño, una mirada que yo nunca recibiría de su parte, ella era tan buena y solo merecía lo que quería darle al mundo.  

  

El sueño de AteneaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora