Capitulo 23

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Neon Trees - Mad Love ♪

Si dos quieren seguir es imposible que se trate de un error. A no ser que sea un error común, pero compartir una equivocación también entraña felicidad a veces. Así que continuemos coincidiendo en esta vida hoy: porque siempre estaremos a tiempo de des coincidir mañana o pasado.”— B. sonrisas.

Aún no terminaba el miércoles, cuando se llevó la taza de té a los labios, tenía esperanzas por acabar de leer todos los estados de cuenta y conseguir dormirse pronto. Únicamente vestía su pijama, unos pantalones de algodón cómodos y una camisa con mangas.  Busco sus anteojos de lectura y permaneció sentado mientras organizaba los muchos documentos importantes esparcidos por encima de la cama: tenía el predial arriba de la almohada y por algún lugar debía encontrar la letra del carro.

–Aquí estas… –Tras el éxito, fue coleccionando todos los papeles.

La puerta principal de su casa se abrió, después escucho un familiar ruido de llaves y espero  la presencia de su esposa en la habitación que compartían. Fingió estar leyendo hasta que ella apareció y le hablo.

–Ya llegue – Dijo con un tono muy amargo.  

Louis asintió como bienvenida sin voltear, haciendo que ella entrara a la habitación a la defensiva. Dejo la bata blanca colgada en su lugar y se quitó los tacones al pie de la cama, desvistiéndose,  mirándole con inquietud. Él recogió los documentos, se puso de pie y salió de la habitación sin decirle nada, con la taza entre sus manos. Eleanor suspiro agobiada por esa nefasta actitud, sabía que Louis estaba enojado pero su esposo sabía que la forma de ponerla peor, era ignorarla. Y conociéndolo eso estaba haciendo.

Louis había cumplido con su palabra y la hizo sentirse inferior. No es que hubiera hecho algo malo de todos modos, había estado en el consultorio y se había ofrecido a llevar a una de sus mejores amigas a su casa.  Era importante para ella demostrarle a su esposo que era orgullosa sin embargo  tenía que reconocérselo, iba a ser la primera en ceder. Con una idea en mente, entro al baño y cinco  minutos después salió con diferentes prendas.

Volvió de la cocina para darle tiempo a ella y pensar que tenía para decirle. Lo que vio lo puso furioso. Y más encontrarla sentada arriba de la cama en el dormitorio, como si nada hubiera hecho. Como si no hubiera llegado a las doce y como si él no supiera lo que estaba haciendo.

–¿Llegaste temprano? –pregunto,  haciendo con las manos un gesto de aplauso.

–No puedo decir lo mismo de ti –Louis se contuvo, tal vez no debería presionar las cosas.

–Gracias por cumplir con tu palabra, Louis –Dijo ella asomando una media sonrisa y poniéndose de pie para acercarse.

–De nada… vamos a dormir – sugirió él.

–Hace tanto tiempo que no hacemos el amor… – hablo muy bajito, desabrochándose la bata de dormir.

–Eleanor… estoy muy cansado –Camino a la cama pasando de largo por un juego de lencería que desfilaba ella en mitad de la habitación.

–¡Excusas! Louis ¡Excusas! –Le arrojo una almohada que Louis logro esquivar.

–¿Ayer discutías conmigo y hoy quieres que te haga el amor? –Reprocho enojado.

–No volveré a llegar tarde –

–¿Qué? –

–Se complicaron las cosas en el hospital y yo… –

–¿Estas repitiendo lo mismo que dije anoche? –la miro sin poder creerlo.

–¿Qué tal es estar del otro lado, mi amor? – pregunto ella desafiante.  

El Ruido de tus Zapatos (Larry Stylinson)Where stories live. Discover now