ME CASÉ CON LA FEA.

¿Tú?

TÚ?

JUAN PDV

-¿Tú? -inquiero con sorpresa al ver a Carlota debajo de las sábanas. Pues pensé que sería Florencia, la mujer debajo de ellas.

Al ver su rostro algunos recuerdos vagos llegan a mi cabeza, pero entre ellos no se encuentra la respuesta que me invade desde que la vi.¿Cómo llegué hasta su habitación?

CARLOTA PDV

Me siento muy cansada, todo es porque desperté muy temprano, por hacer lo que me pidieron mi tía y primas. Mis ojos se van cerrando en contra de mi voluntad. Creo que el vino que bebí hace que me sienta un poco mareada y eso que solo le di un pequeño sorbo.

Estoy sentada o más bien casi recostada en en el sillón más lejano a Juan, mientras que la insoportable de mi prima Florencia está su lado. Intenté acercarme en varias ocasiones, pero mi querida tía venenos invento miles de cosas para evitarlo.

Mientras escucho la aburrida conversación de mi tía con mis primas, bostezo e intento luchar con el cansancio que invade todo mi cuerpo. Las voces de los presentes poco a poco se van escuchando como susurros, no comprendo muy bien de lo que hablan, pues estoy más dormida que despierta. Después de algunos minutos, siento como alguien me toma en su brazos, me levantan y caminan a lo que creo son las escaleras. Abro un poco los ojos con la esperanza de que sea Juan, el que me lleva, pero me encuentro con la cara de Alfredo-. Eres tú- digo decepcionada, cierro los ojos de nuevo intentando no sentirme triste, pues que me esté cargando Alfredo de vez de Juan, significa que prefiere quedarse con ella

-Despierta, Carlota -dice Alfredo, al llegar a mi habitación.

-No quiero.

-Que despiertes, tienes que ir por Juan- dice al dejarme caer el la tina llena de agua.

Abro los ojos al sentir el agua fría, pues las criadas no la han tirado por estar en la cocina a mi lado-¿Qué te pasa, Alfredo?-digo tosiendo, pues me he tragado un poco de agua.

-Tienes que bajar por Juan, Carlota.

-¿Por qué tengo que bajar por él? Creo que se quedó con muy buena compañía.

-No te puedo explicar todo, porque se nos termina el tiempo, así que cambiante rápido y baja por él, dudo que a mi me dejen llevarlo a su habitación.

-¿Quién no te va dejar llevarlo a su habitación?

-Por favor, Carlota, haz lo que te digo. Mañana te explico todo.

-Está bien, bajaré por él, pero no soy tan fuerte para subirlo sola.

-Cierto. Lo que haremos será esto. Bajaré para ofrecerme a subirlo, pero como estoy seguro que tu tía dirá que no, saldré de la casa pero regresare en quince minutos para ayudarte con Juan.

No comprendo muy bien lo que quiere hacer Alfredo, pero lo haré.

-Me voy, baja lo más rápido -da media vuelta y sale del baño.

Me pongo de pie , salgo de la bañera y tomo la ropa sucia para utilizarla de nuevo, pues ocuparía mucho tiempo buscar algo limpio. Salgo del baño, me paro frente al espejo, acomodando mi cabello con unos pasadores, con las palmas de las manos me doy unos ligeros golpes en las mejillas para despertar por completo, pues todavía me siento algo soñolienta. Me giro y camino hacia la puerta, pero antes de colocar mi mano en el pomo de la puerta, escucho como golpean. Alfredo me dijo que iba a esperar. Pero al parecer, no lo hizo.

Abro la puerta-. Ya iba, Alfre...- me quedo en completo silencio al ver que la persona que está parada frente a mi no es mi amigo sino Juan.

-Carlota -pronuncia antes de entrar a mi habitación.