El lobo de la reina.

34:Me volveré muy fuerte.

Capítulo 34: Me volveré muy fuerte.

Desde pequeña los demás aldeanos me han dicho que yo no debería a ver nacido solo porque mi madre era una demonio, siempre me pregunte ¿porque los demonios eran tan odiados? , ¿porque ellos no merecían vivir como las demás personas?, siempre le pregunte a papá pero el solo me respondía que todos eran unos idiotas y que no les hiciera caso aun así no podía evitar sentirme mal por lo que me decían.

Como todos los días me levanté desayune para después ir de nuevo a mi habitación ya que no me gustaba salir de casa por los insultos que siempre residía yo nunca salía sin papa aunque solo salíamos a entrenar o simplemente lo acompañaba por madera ya que nadie decía cosas de mi porque padre era el líder de la aldea pero hoy fue diferente a los días tranquilos, en las calles se podían escuchar gritos de hombres y mujeres cual mi padre tomó su espada y me dijo que me ocultará ya que el saldría a ver que estaba pasando cual fui corriendo a esconderme bajo mi cama solo para oír la puerta del frente cerrarse.

Estuve unas horas bajo mi cama cantando la canción que padre siempre me cantaba pero me calle al escuchar un rugido y los gritos de muchas personas donde después de un rato escuche la puerta abrirse, pensé que era padre pero solo podía escuchar la voz de muchos hombres que estaban destruyendo las cosas y gritándose entre sí para informar las cosas que encontraban pero uno grito en mi habitación antes de tomar mis piernas para después jalar me hacía fuera donde no tardaron los demás hombres en llegar y uno de ellos me tironeo hasta afuera de mi casa donde pude ver como un enorme dragón esqueleto estaba luchando con los guerreros del pueblo, esos hombres me metieron en una caravana después de ponerme unos grilletes solo podía ver aterrorizada como ese monstruo destruía el pueblo mientras poco a poco los hombres empezaron a traer a las mujeres y a los niños a las caravanas, pasó el tiempo y todo se calmó ya que no quedaba ninguna resistencia y con un grito uno de esos hombres les dijo que era hora de irse.

Las caravanas empezaron a moverse yo único que yo y todos los podíamos hacer era llorar y observar cómo nos alejábamos de nuestra aldea seguimos por horas hasta que amaneció y solo podíamos escuchar las risas de los hombres hasta que se detuvieron y dijeron que se dividirán en dos grupos ya que también tenían planeado atacar a la aldea de los lobos plateados, ese grupo se separó y seguimos nuestro camino por una hora hasta que llegamos a una gran explanada.

M.leon: todo es tu culpa.... ¡los demonios solo saben traer desgracia a nuestra raza!

Coconut: ¡esto no fue mi culpa! Snif...snif...

M.leon: ¡nadie se cree esas lágrimas!....desde que tu madre llegó, nuestra aldea corría un gran peligro y ahora, ¡finalmente nuestra aldea fue castigada por permitir que los demonios la habitaran!

Bandidos: ¡que tanto estas gritando!*grito dándole un golpe a la pared seguido de mirar dentro de la caravana*

M.leon:*mira asustada al hombre antes de dar una leve sonrisa maliciosa después de volver a mirar a coconut*¡esa niña es un mitad demonio si saben lo que les conviene es mejor que se deshagan de ella!

Bandidos: ¡¿un demonio!?....¡tengo que avi-!

No pude entender lo que pasó pero de la nada se escuchó una fuerte explosión seguido de que la caravana se detuviera y ese hombre solo camino un poco lejos de nuestra posición para ver qué había pasado pero para sorpresa de todos la cabeza de ese hombre había explotado de la nada, todos nosotros escuchamos como los hombres gritaban que los estaban atacando y todos intentamos ver qué pasaba pero ninguno podía ver quien los estaba atacando solo observe como los magos crearon una barrera de viento pero la deshicieron ya que su atacante venía hacia ellos y todos pudimos ver como un niño corría hacia ellos con una espada en su boca y una en cada mano por sus características creo que era un lobo plateado, pensé que el moriría como todos los demás pero ese niño se abrió paso por todos esos hombres mientras les cortaba la garganta a los hombres que fueron capaces de luchar con los hombres de nuestra aldea, todos observamos la pelea casi sin creerlo hasta que el niño retrocedió hacia los árboles donde saco una especie de báculo cual parece que era lo que derribo a los hombres de antes, pasó un rato y los magos empezaron a cantar algo y unos símbolos aparecieron en el suelo del cual donde una gran mano esquelética para poco a poco ver como salía el dragón de antes todos nos espantamos de verlo pero mi atención no duro mucho con el dragón ya que vi como ese niño estaba caminando hacia el dragón con una sonrisa que daba miedo en su rostro y unos extraños guanteletes con la forma de la cabeza de un león, el niño aulló dos veces pero en el segundo aullido sentí como si mi sangre se congelara para después él y el dragón mirarse por unos instantes antes de ver como el dragón intento matarlo aplastándolo pero casi a todos no podíamos salir de la impresión al ver al dragón ser derribado de un solo golpe pero lo más extraño fue que el niño se alejó y permitió que los magos ayudaran al dragón definitivamente ese niño estaba loco, ¿se estaba divirtiéndo con el dragón como si fuera un juego?, el niño corrió hacia el dragón e intento golpearlo después de esquivar un ataque pero fue mandado contra los árboles ya que no pudo esquivar el coletazo, todos pensamos que ya había muerto ya que los magos empezaron a celebrar pero el volvió solo que con esos extraños guanteletes cubiertos con una especie de fuego azul con el que volvió lo que al parecer era ceniza blanca al dragón esqueleto esos magos rogaron por sus vidas ofreciendo nuestra libertad por sus vidas pero fueron unos de ellos fueron quemados en vida mientras ese niño los observaba con una sonrisa tranquila para después empezar a hacerle unas preguntas que no pude escuchar gracias a que las mujeres y los niños estaban hablado de lo monstruoso que era ese niño pero todos pudimos ver como asesino a tres magos más para terminar asesinando al último con un báculo diferente incluso después de jurar por el nombre de los dioses.