Martha I

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- y entonces después de huir de la casa de la bruja, Hanzel y Gretel buscaron el camino de migas para regresar a casa con su familia. Le mostré las imágenes al pequeño niño quien las miraba con interés hasta que se detuvo en la familia sonriente y abrazándose.

- ¿yo también tengo familia?. Me pregunto.

Trage el nudo que se formo en mi garganta mientras veía sus pequeños ójitos llenos de esperanza, ¡quería decirle cuánto lo amaba!, ¡que yo era su familia!, pero eso era imposible, después de hoy no volvería a verlo.

- no, no tienes. Vi su semblante decaer mientras mi corazón se partía en dos. - pero un día la tendrás, conocerás a alguien a quien querrás con toda tu vida y cuándo ese momento llegue la protegeras de todo, de acuerdo. Le Sonreí triste, él capto mi estado asi que recargo su cabeza en pierna.

- si, te lo prometo.

- buen chico. Revolví su cabello mientras le daba un cartoncito de jugo y una galleta. - adiós Gerald.

- adiós mamá.

Nunca me había dicho mamá, mi corazón se estrujo mientras salia de la celda, no respondí a ningún saludo mientras recogía mis cosas de mi oficina, ni cuándo salí del laboratorio, no derrame ni una lágrima cuándo  llegue a mi apartamento, tampoco cuándo tome mi maleta de deporte y empaque una muda de ropa, tire mi teléfono celular por la ventana y maneje en dirección contraria, mi mente estaba en blanco sólo con una palabra repitiendose,  "mamá" una y otra vez, atormentandome, era un bebé de tan sólo año y medio y lo abandoné.

Por fin me quede sin gasolina cerca de una iglesia, era tarde todo a mi alrededor se veía desierto entonces toque, un padre adormilado salio, le pedí asilo, él al ver mi semblante palido y movimientos entumidos me dejo entrar, me ofreció un té mientras me observaba beberlo con pequeños sorbos.

- ¿que te trae por este rumbo a estás  horas de la madrugada?. Pregunto con una voz tan calmada que me hizo sentir segura, supongo que los religiosos tienden a hacer que te sientas así. 

- lamento haberlo despertado pero mi auto se quedo sin combustible. Dije a modo de explicación. - nada más  amanezca me iré.

- ¿que atormenta a tu alma hija?. Me pregunto el sacerdote.

- na nada.

- puedes confiar en mi, no diré nada de tú confesión.

Entonces le conté todo, temía que me echara a patadas pero no podía más  con eso, recuerdo llorar mientras él  me consolaba, por fin pude sacar todo dolor que me causo esa palabra.

- cuándo los humanos juegan a ser dios sólo puede resultar en desastre, por suerte has recapacitado y dejado ese camino. Me sermoneo, tenia mucho tiempo que alguien no me hablaba de dios, después de todo en el infierno no existía.

- pero también deje a la única familia que ahora tengo. Me hundi en la silla que estaba, me sentía fatal, era una maldita escoria y nadie cambiaría ese hecho.

- gracias a eso no habrá más  abominaciones, me has dicho que te buscaran tienes a donde ir.

Quise gritar que no eran abominaciones, eran personas, niños para ser exactos que necesitaban cariño y una familia pero me caye,  necesitaba dónde pasar la noche y si iniciaba una discusión sobre esto no lograría dormir asi que mejor conteste a su pregunta.

- si, tengo un pasaje para salir del país pasado mañana.

- si lo deseas puedes quedarte aquí, te haré pasar por una monja, nadie te buscara en un convento. Se veía sincero.

No me costo mucho aceptar después de todo asi encontraría alguna forma de sacar a Gerald de ahí.

- entonces bienvenida madre Alexa. Lo mire desconcertada.

- ¿perdón?.

- la madre Alexa fue trasferida a mi parroquia pero escapo antes de llegar aqui, sin embargo no e reportado su desaparición, eso le costaría graves problemas y es hija de una prima mía, tu guardas mi secreto mientras yo guardo el tuyo.

- gracias. Dije poco convencida por su actitud.

- te llevare a tu habitación descansa, puedes tomarte el día de mañana para reponerte de esta situación. Asentí mientras miraba la pequeña cama, un estante con un par de hábitos, un crucifijo que colgaba de la pared, todo era gris y sin vida justo como me sentía.

Los días se convirtieron en semanas, las semanas en meses, los meses en años y nunca pude escapar de esa cárcel para salvar a mi pequeño sobrino, ayude a vivir a la nieta de mi mentor y también vi como mi pequeño Gerald era el salvador de una chica secuestrada cerca de la reserva de nuevas especies a tan sólo  un par de horas de aquí, tan cerca pero a la vez tan lejos.

No me di cuenta de cuándo la vejez llego a mi hasta que el padre que me ayudo se retiro y su lugar lo ocupo uno más joven, con el llego una jovencita chispeante llena de vida, me recordó como era y como desperdicie mi vida encerrada en este edificio con miedo de ser encontrada, la trate mal sólo para que se fuera pero nunca quizo hacerlo.

Pero como bien dicen todo lo que haces en tu vida regresa a ti, el mundo de las especies me encontró en ese recondito lugar y con ellos también mercil disfrazado de otro nombre, supongo que tengo suerte de que las especies llegaran antes a mi.

Mi pequeño Gerald cumplió su palabra pues ahora tiene una familia y aunque se que no es posible aspirar a ser parte de ella quiero verlo y contarle toda la verdad, quiero responder cualquier pregunta, quiero tenerlo de nuevo en mis brazos y susurrarle un te quiero.

Por eso salvare a esta niña, con ella me ganare el derecho de verlo aunque sea una vez más.

- Cher entuba a la niña...

🐾🐾🐾🐾🐾🐾🐾🐾🐾🐾🐾

Bueno chicas que les pareció la inauguración de la antologia de las especies, pensaba iniciarla con storm ya que parece ser que todas quieren saber de el, sin embargo este capitulo lo iba a poner en noble pero me dije por que no mejor en la antologia y pues aquí ésta.

Espero les guste y dejenme sus miles de votos y comentarios, como les dije en estos meses no estuve inactiva del todo.

By. Lola

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