El CLAN MALDITO.

Llegada al Inframundo

- Bueno creo que eso es más que obvio.- dije, intentado sonreír.

- No te muevas, te lástimaras aún más. Yo te voy a liberar.- dijo Adam, terminando de decir esto, sacó una espada de su cintura.- Aquí voy.- dijo

- Adam en verdad no creo que eso corte las...- No termine de hablar cuando Adam ya había cortado una de las cadenas que me estaban atando.- ¿De que esta hecha esa espada?.- pregunte anonado.

- Es la espada de un Caído.- habló Azrael.- esta fue construida por ángeles, por lo que su material es sumamente poderoso... esto el único recuerdo de lo que una vez fuimos...- término de explicarme, su voz aún se escuchaba débil y no era para menos.

- No deberías esforzarte Azrael, descansa, estas muy herido.- le dijo Adam.

El término de cortar las cadenas. Guardo su espada y se inclino frente a mí, él llevo sus manos hasta mi rostro dándome suaves caricias.

- ¿A donde piensas llevarnos Adam?.- pregunto Azrael.

- A nuestro hogar. Necesitan recuperarse y solamente ahí estarán seguros, además nuestros hermanos nos están esperando.- dijo Adam.

- ¿Sabes algo? no te creo, tanto belleza. Sin embargo haré lo que sea por Alex y Xander, así que será mejor que te muevas antes de que vengan los perros blancos.- dijo Azrael.

- Lo que ordené, mi amo.- dijo Adam en tono de broma.

El me cargo al estilo princesa, creo que siempre que nos vemos me tiene que cargar.

- Se que te gusta, que te cargue así.- dijo yo solo que sólo regrese a ver hacia otro lado.- Bien ahí vamos.- fue lo último que dijo, antes de comenzar a sentír como todo daba vueltas, provocándome la sensación de mariposas en el estómago, de repente sentí el viento rozar mi piel.

Abrí los ojos y nos encontrábamos en otro lugar.

Mire alrededor y parecía un bosque común y corriente, incluso había montañas y lo que más me sorprendió es que habia un cielo.

- ¿De verdad es este el...?.- pregunte a medias.

- ¿Inframundo?, si lo es. Bienvenido a casa Alexander.- dijo.

- No es asi como me hubiera gustado que llegaras aquí Alex...- me dijo, su mirada se veía realmente triste.

- Está bien, tenia que suceder...supongo.- dije, casi en susurró.