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Con una mano posicionada en ambas muñecas de SeokJin, las llevó hasta arriba y con la otra, fue introduciendola en la playera del pelirosa, provocando leves gemidos por su baja temperatura.

 — Shhh —silenció el mayor, uniendo sus labios bruscamente a los esponjosos labios de SeokJin mordisqueando una que otra vez, dejando leves marcas adornando sus esponjosos labios.

Dejó de jugar con sus labios y bajó hasta el cuello, succionando pedazos de piel a su antojo —. Eres mío —susurró para luego seguir con su labor.

Las piernas del pelirosa temblaban, era frágil al tacto de NamJoon, lo cual le hacía olvidar tremendas atrocidades de su parte y se rendía ante él con unos simples besos, aunque tenía en cuenta lo tóxica que era esa relación, pero así era el amor, ¿o no? Te destruía las veces que fueran y luego pegaba los pedacitos con algunos besos, te hacía volver al mismo infierno solo porque la persona que amabas estaba ahí, atada para luego atarte a ti y de nuevo repetir todo… Así de tóxico era el amor, ¿o no?.

— 🐯 —

Entró azotando las puertas, el rubio no aguantaba más y necesitaba un abrazo de aquel pequeño que se quedó en Daegu.

Abrió la puerta del tercer baño y ¡Sorpresa!

— ¡NamJoon! —gritó desesperado el pelirosa, mientras bajaba su camisa y retiraba a NamJoon de sus labios.

El rostro de TaeHyung nuevamente volvió a su color rojo y sin saber como reaccionar, se quedó ahí parado, viendo divertido como el pelirosa se cubría de nada y el chico aperlado trataba de esconder su erección. Finalmente cerró la puerta y se quedó algunos minutos procesando lo que había visto.

La puerta de abrió una vez más y está vez salieron ambos chicos, como si nada hubiese pasado ahí dentro, ni siquiera el problema por el que habían comenzado aquello.

— Lo sentimos —ambos hicieron reverencia a TaeHyung, quién los miraba con un aire de diversión, habían logrado sacarlo de sus problemas por un momento con aquella divertida escena.

— Supongo que no importa, tranquilos —sonrió rectangular y pasó una mano por su cabello, alborotandolo un poco.

— ¡Es un bebé, NamJoon! —el pelirosa corrió a abrazar el pequeño cuerpo de TaeHyung que cabía a la perfección por la delgadez de este, y justamente era lo que necesitaba el rubio, un abrazo que se sintiera tan maternal.

— G-gracias —susurró TaeHyung con un nudo en la garganta que casi no lo dejaba hablar, el sentimiento lo invadió y no pudo acabar en llanto.

— ¿Qué pasa, bebé? ¡Kim NamJoon, lo hemos traumado! —gritaba desesperado el pelirosa, casi dando saltos de un lado a otro.

— ¡Lo siento! Solicitare que separen los baños de los diferentes grados —podía sentir el sudor escurriendo por su frente, pero por la expresión en el rostro del pequeño rubio, podía jurar que no se trataba precisamente de eso.

— Descuiden —tallaba sus ojos evitando las lágrimas—. No es por eso, lo siento —pero aún así, las lágrimas retenidas seguían cayendo sin control, desquitando cada uno de los llantos que se había callado, dejándo cada lágrima con el nombre de Jeon y quizá también, uno que otro recuerdo.

➣¿Tienes corrector? //TaeKookWhere stories live. Discover now