ʙɴʜᴀ x ʀᴇᴀᴅᴇʀ ᴏɴᴇ-sʜᴏᴛs - ʙᴏᴋᴜ ɴᴏ ʜᴇʀᴏ ᴀᴄᴀᴅᴇᴍɪᴀ

вαкυgσ кαтsυкι [ɪɪ]

Edit: He intentado alargarla un poco, por que me parecía muy brusca y que le quitaba la personalidad de Bakugo, así que ahora sí, espero que lo disfrutéis.

Adv: Lemon
Continuación de: "Comienzo"

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Al día siguiente del beso, Katsuki me volvió a evitar. Era surrealista. Nada, que de nuevo le esperé al salir de clases.

— ¡Katsuki-kun! —

Él se sonrojó por completo al ver que corría hacia él. Tal vez esa mañana me subí algo la falda... Tal vez.

El hecho de que Kacchan haya aparecido de esta manera en mi vida ha aumentado bastante mi confianza. Me siento mejor que nunca. Puede que sea una estupidez, pero también es un hecho.

— ¿Qué quieres ahora? — Se pensó dos veces que decir. — Tonta, quita, tengo prisa. — Me esquivó pero puse mis manos en su pecho y le empujé levemente impidiendo que se fuera.

— Qué pesada... — Miró sonrojado a otro lado mientras se tapaba la parte inferior de la cara.

— Entonces, lo que ocurrió ayer, ¿no significa nada? De verdad, necesito conocerte mejor, no entiendo tu forma de ser... —

Cogí sus mejillas y le besé. Él me correspondió.

— Entonces... ¿Ahora estamos saliendo o algo así? — Pregunté insegura.

— No, muere. — Le miré con mala cara. — Sí. ¿Contenta? Aparta.

Acto seguido, el muy idiota me tocó el trasero.

— ¿A la mierda la vergüenza no? — Dije tras darle un leve golpe en su hombro.

Le imité y le toqué el suyo también.

Él sonrió con orgullo.

— Me gustaba más el Bakugo tímido. — Bufé. — Era más lindo.

— ¡Calla y escucha! ¿Vienes a mi casa? —

Evidentemente dije que sí.

«Quizás esas palabras feas ocultan amor.»

Lo hacían. Vaya que lo hacían.

— Esa mierda de Mineta... No para de mirarte en los entrenos. —

Yo me reí levemente. Me hacía sentir bien. Puede ser egoísta, pero yo antes creía que no servía para nada, al menos, ahora tengo a alguien.

— Tú también lo haces. —

— Ya, pero nosotros somos novios, él y tu, NO. —

— Igual, no me trates como un objeto al que observar en una vitrina... —

— Si eres mía puedo observarte. —

— Campeón, yo no soy de nadie. No soy un objeto, quítate eso de la mente. —

— Ahora no eres de nadie, pero te haré mía, idiota. —

Me sonrojé fuertemente. ¿Se refería a...?

— ¿A-A qué te refieres, Katsuki...? —

— Shine. —

— Creo que iré a mi casa directamente... — Estaba algo intimidada.

— Me da igual. —

La verdad es que mi abuela estaba enferma, así que mamá y papá se habían instalado por un tiempo en casa y el ambiente estaba tenso, así que prefería no volver, pero las palabras inquietantes de Katsuki...