Weak Heart (KrisTao)

19

Apreté el celular entre mis manos escuchando a Suho maldecir y moverse de un lado a otro.

— Suho, debes tranquilizarte...

— ¿Qué me tranquilice?, No ha llegado, siempre llega temprano y cuando no lo hace, por lo menos me llama para que yo sepa que está bien. Estoy desesperado, estoy asustado Tao...

— Escucha...Yifan está conmigo. —En el momento que dije eso, él se quedó cayado, como no habló, continúe— ¡Él está bien!

— Mierda, Tao. ¿Por qué Yifan no me llamó para decirme donde estaba?, Es un irresponsable.

— Él está dormido, tuvo un problema con unos chicos, pero todo está bien —susurré mirando como Yifan descansaba sobre mi cama.

— Cuídalo Tao...

— Lo haré, adiós.

Colgué.

Miré hacía la cama, Yifan dormía profundamente, había varías heridas en su rostro, las cuales se encontraban sangrando.
Apreté los labios mientras me acercaba a el, comencé a moverlo para despertarlo y así poder curarlo.
Gruñó y se dio la vuelta alejándose un poco de mi, suspirando volví a moverlo.

— No... —Gruñó apartando mi mano.

Me recosté junto a el en la cama y me acerqué a su oído— Hyung, oye, despierta.

Se volteó provocando que mi rostro y el de él quedaran demasiado cerca, y abrió los ojos.
Me quedé congelado observando sus lindos labios, se encontraban mas rojos de lo normal.

— Si vas a besarme, hazlo ya, quiero dormir —susurró cerrando sus ojos.

Mi rostro se tiñó de rojo y rápidamente me alejé mientras negaba con la cabeza, en el momento que me levanté de la cama el volvió a abrir sus ojos e hizo un puchero.

— Malo —susurró antes de levantarse de la cama.

Se paró frente a mi y me sonrió.

— ¿Por qué no me habías dicho que sabías artes marciales?

— No lo creí necesario —susurré tomando una almohada y colocándola entre mis piernas, para así estar mas cómodo.

— Me abrían matado de no ser por ti. —Se acercó a mi y colocó su mano en mi mejilla— Gracias.

— Yifan. —Tomé su mano y la bajé, entrelazándola con la mía— Te he visto pelear varías veces, sé perfectamente que tu podrías darles una paliza a esos chicos, o por lo menos golpearlos un poco, pero, no les hiciste nada... ¿Por qué?

— El cariño te ciega...

— ¿Qué? —Fruncí el ceño y el agachó la cabeza.

— Esos chicos fueron mis amigos por mucho tiempo, les tengo mucho cariño... Ellos comenzaron a burlarse cuando se enteraron de que mis preferencias sexuales eran diferentes a las de ellos, pero, me niego a hacerles el más mínimo daño.

— ¿Ahora me entiendes? —Susurré, el apretó sus labios y me miró.

— Siempre lo he hecho, pero... No quita el hecho de que me moleste ver como te trata ese idiota. —Apretó levemente mi mano y después dio un pequeño beso en el dorso de ésta.

— A mi también me molestó lo que miré... —Susurré mientras acariciaba su rostro con mi otra mano.

Él se acurrucó contra la palma de mi mano y sonrió de lado, mientras cerraba sus ojos.
La distancia entré nosotros fue reduciendo lentamente, hasta que nuestro labios quedaron a centímetros de distancia.