Capítulo 9

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Veo a Nick que está delante del espejo, con solo una toalla que rodea su cintura. No puedo evitar quedarme un tanto embobada al ver cómo su torso perfecto se refleja por el espejo.

-¿te gusta lo que ves enana?- dice y enseguida me quita de mi insomnio .
-he visto cosas mejores que tú nick...- digo poniendo los ojos en blanco.
-ya, seguro que si...- dice concentrándose en tener su pelo puesto perfecto.
-lo que tú digas, oye mis padres te quieren en el salón ya, asique, yo que tú bajaría- digo. La cara de nick se le cambia radical, deja de tocarse su pelo y se va al armario para coger algo de ropa.

Vuelvo a mi cuarto y espero a que por suerte se queden hablando en el salón y así pueda enterarme de todo, pero no pasa eso para nada, se encerraron en su despacho y desde ahí no supe más de sus existencias hasta el día siguiente.

Me levanté, me vestí y fuimos al instituto. Me moría de ganas por ver la cara de Tyler cuando mirase por el pasillo y me viera.
Estaba tan ilusionada que por el camino se lo conté a nick, aunque en verdad, parece no importarle mucho pero a mi eso no me importa.

-no te hagas meterte en otro lío princesita, no tengo ganas de ser tu principe azul en estos momentos- me espeta nick como siempre.
-nunca me he metido en un lío y escucha bien esto- me acerqué a su oído y le susurré -nunca serás mi principe azul- bajé de la moto y entré al instituto.

Me fui a mi taquilla discretamente por si Tyler pasaba, todavía no podía verlo, solo tengo que esperar a que esté lista para verlo. Es decir, maquillarme un poco y tal para que no vea demasiado mis heridas de la cara.

Guardo mis libros que no necesito en la taquilla y escucho una voz bastante conocida.

-¡¡Emma!! ¡Por fin has vuelto! ¡Te he echado tanto de menos!- dice talía por detrás. Casi me muero del susto, pensé que era Tyler.
-¡shhh!- le dije, cerré mi taquilla y la llevé al cuarto de baño.
-¿qué pasa?
-quiero darle una sorpresa a Tyler, no sabe que hoy vengo- digo.
-¡ahh! ¡Vale! Espera...¿seguís en contacto?- dice talía algo nerviosa.
-si
-pues Emma, haber yo...- (suena el timbre)
-me lo dices luego vale, tengo clases- le di un beso en la mejilla a talía y me fui a clases.

Cuando terminaron, estaba quemadisima con los estudios, había faltado mucho asique digamos que iba bastante atrasada, pero em estos instantes daba igual porque es hora de darle una sorpresa a Tyler.
Salgo de la clase y por el pasillo me topo con talía.
-¡oye Emma! ¡Debes saber que ...
-¡un segundo talía, ahora vengo!- digo ilusionada.
Cada vez estoy más cerca de encontrar a Tyler y cada vez estoy más ilusionada, quiero besarle y que me abrace, quiero pasar mis días con él ya que lo puedo tener cerca por fin. Solo de pensarlo se me pone la piel de gallina.
Que venga todas las tardes a mi casa o yo a la suya, que hablemos, que me de mimos, que me diga que me quiera, que tengamos una cita de lo más bonito posible, todas esas cosas serían perfectas y cuanto más tiempo paso pensando en eso mejor me siento conmigo misma.
Hasta ahora pensar en Tyler me ha echo olvidarme de muchas que por ejemplo, si no estuviese él en mi vida, no lo olvidaría, ha sido de gran ayuda y eso hace que me guste más.

Talía sigue detrás de mi diciendo algo pero no la escucho, solo pienso en Tyler. Que él se ilusione cuando me vea venir hace que mi corazón salga por la boca de los nervios que tengo.

Cada vez estoy más cerca, no me puedo creer que después de varias semanas hablando por vídeollamada, vuelva a verle pero en persona, es genial, nunca he pensado que podría estar tan pillada por alguien, pero bueno, supongo que así es la vida.

Por poco no me da un ataque al corazón, mis pies quedan anclados al suelo otra vez, el corazón me va a mil y el alma se me ha caído a los pies. Derramo lágrimas sin parar y no paro de maldecir.
¿Cómo? ¿Por qué? ... ¿es eso? ¡Por qué!

Mi estúpido guardaespaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora