Su pie golpeaba con rapidez, mostrando la inquietud que lo consumía. Cada nada volteaba a ver los asientos de JiMin y JungKook, pero nada cambiaba con eso: seguían vacíos. Varias veces quiso simplemente pedir permiso para ir al baño y así poder buscar al rubio, porque lo había visto correr fuera del aula esa mañana a toda velocidad, y JungKook... bueno, el debe admitir que aunque no esté seguro de que haya asistido ese día, solo quiere saber si está bien.
Vuelve a mirar el reloj en la pared, solo cinco minutos para que la clase de cátedra para la paz termine, solo cinco minutos para salir como volador sin palo entre el cambio de clases. Mordió su labio, las agujas del reloj se movian muy lento y él solo deseaba echarles la madre, la abuela, y la suegra si se podía.
La campana sonó indicando el fin del primer bloque, y como si de algo automático se tratara, se puso de pie y tomó camino directo a la puerta, ignorando a sus compañeras que intentaban detenerlo para hacerle preguntas que ni en mil años tendrá ganas de responder.
Apenas colocó su mano en la manija de la puerta, alguien empujó esta hacia adentro, haciéndolo caer de culo. El dolor no se iría fácil. La vista levantó para así poder ver el causante de su perdida de dignidad, pero su expresión se suavizó al ver a JungKook con una sonrisita culpable y JiMin detrás de él, riendo como todo un niño de cinco años. Se puso de pie, soltando una risa grave, y una vez en su posición erguida JiMin se colgó de su brazo, bajo la fuerte mirada de JungKook.
Esa simple acción había hecho que el corazón de TaeHyung diera un salto, JungKook acaso... ¿Estaba celoso?
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esto está escrito desde hace tanto amores, simplemente pensé que ya lo había publicado, lo lamento tanto.;; espero que pasen un buen día, ¡es el cumple de nam, debemos sentirnos alegres todxs!
