EPISODIO 4. Premios y Periodistas

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La morena puso su mejor sonrisa a la cámara, después de todo, ese era su trabajo. Estar lista para cualquier imprevisto con una sonrisa y una cordial contestación. Era lo que todos esperaban de ella. A nadie le importaba que tuviera un coeficiente intelectual superior a la media, o que con veinte años tuviera tres carreras universitarias. No. Ella era, y siempre sería, el bonito rostro de Stark Industries.

- Bueno señorita Stark, como todos sabemos hoy galardonan a su padre con un importante premio.

- Llamame Astrid, Tom. Y sí, esta noche premiarán a mi padre en Las Vegas con el premio Apogeo. Pero que demonios... ¡Es Tony Stark! Se merece ese maldito premio - bromeó la joven.

Instantes después, el presentador despidió a la audiencia y la morena salió de allí que bufaba

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Instantes después, el presentador despidió a la audiencia y la morena salió de allí que bufaba. Aquella última pregunta era la única "normal" que aquel tipo le había hecho. Quería demandar a ese tipo.

Y es que otra cosa no, pero Astrid no toleraba que se metieran dentro de la vida privada de su familia. Ya había ocurrido hacía años cuando era niña con el accidente que acabó con la vida de su madre, después con la muerte de sus abuelo, el secuestro de su hermana, y así una cadena sucesiva de actos y sucesos de los que la prensa se había hecho eco.

Aquel presentador no había querido ser de menos y le preguntó por la carrera armamentística de Stark Industries, y de por que ella lo vendía a los medios como "Una ayuda para la Paz". No contento con eso, argumentó sobre el porque su padre aún ocultaba el nombre de su madre a los medios, también arremetió contra su hermana y el porque ella, se desvinculaba, laboral-mente hablando, de la empresa familiar; O incluso que con la cantidad de amantes que su padre tenía, como estaban seguras de que no tenían más hermanos bastardos perdidos. La más pequeña de los Stark conocida hasta el momento, tuvo que solventar todas las preguntas y golpes morales con una sonrisa... pero se la devolvería a aquella cadena. Clausuraría el programa.

Cuando se subió a la limusina con Pepper, la miró decidida.

- Quiero que clausuren esa cadena.

Pepper suspiró. Astrid a veces era más difícil de tratar que el propio Tony. Se limitó a asentir, y a preparar la demanda legal contra aquella televisión internacional. Cuando llegaron a su casa, la morena fue a preparase para ir a la gala de los premios.

Cuando ambas mujeres entraron por la puerta, se encontraron con Abigail, que llevaba sobre su hombro una mochila negra y algo chamuscada.

- Señorita Stark, bienvenida a casa - la saludó la secretaria.

La morena mayor se giró. Su rostro, seguía igual que cuando tenía veinte años, no había cambiado a penas.

- Deja las formalidades para la prensa Pepper. Soy yo - bromeó.

- Hola hermana - ambas Stark se sumergieron en un abrazo - hueles a hollín... 

- Soy el nuevo Santa Claus - bromeó mientras comenzaba a subir las escaleras - Os veo en un rato, voy a darme una ducha. No me esperéis.

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⏰ Last updated: Jun 22, 2018 ⏰

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