El Silencio en tus Oídos ❄Jelsa [A.I #1] [TERMINADA]

CAPÍTULO 18

❇Ortografía será corregida.

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"—Ya no te amo —susurró ella—. No te amo en absoluto.

A él se le puso un nudo en la garganta.

—No importa, cariño. Yo tengo amor suficiente por los dos."

Casi estoy que lloro.
Aster tiene un talento increíble con la lectura. Las relata de una forma..., que fue imposible no quedarme hipnotizada con la historia. Besar a un ángel..., debo recordar en comprarlo.
Al momento en que el chico, que nos recibió en la entrada a Jack y a mi, cierra el libro, su mirada se dulcifica al ver a la chica de a mi lado. Sigo su mirada. Tooth está devastada, aquella parte ha sido muy triste para una chica como ella.

En el rato que estuve aquí, ambos lograron caerme bien, a pesar de que Aster es más serio que mi propio padre o que Tooth es muy sensible. Además, fue inevitable notar el cariño que el chico le tiene.
Es... tierno.

—¿Quieres un batido de fresas? —preguntó Aster levantándose del sillón justo cuando noté que Jack había llegado a la sala.

Lo miré interrogante. Estoy nerviosa desde que llegamos aquí. Espero mucho que pueda conseguir un trabajo porque él lo merece más que nadie. Porque él desea más que nadie valerse por si mismo.

Vi sus ojos. Estaban brillantes, y su sonrisa era más radiante que hace un rato. Correspondí sin evitarlo, aguantando las ganas de gritar como loca.

—Nosotros debemos ir nos —dije levantándome—. Gracias Aster, por todo. Y Tooth, me encantó conocerte.

—Digo lo mismo —respondió ella sonriendo, aún con su vista fija en la nada.

Vi como Aster hizo unas señas hacia Jack, el cual asintió en respuesta. El chico dejó el libro en el sillón para acompañarnos a la salida.

Ya debes conocer el resto.

En el momento en que llegamos a su casa, estaba extrañada ante la presencia de una pareja sentada en la sala, a los cuales jamás he visto en la vida. Muy pronto su madre me explicó que se trataban de un par de parisinos que rentarían una habitación en lo que conseguían algo más estable donde quedarse.

Siendo sincera, todo está más caro cada vez. Y por lo visto, no hay mucho empleo...

—Les va a gustar Los Ángeles —les digo, sosteniendo la mano de Jack entre las mías—. Lo digo yo que llegué este año, hace un par de meses.

—Elsa tiene razón —la madre de Jack sonríe—. Nosotros llegamos mucho antes que ella, pero Los Ángeles es un lugar cálido y agradable.

Demasiado diría yo. Extraño el frío.

Pero claro, no diría eso.

—Lo sé, vine una sola vez cuando niño —empieza a decir el rubio, el tal Adrien—. Pero sé que es un lugar muy agradable, por eso decidimos venir. Además, para Marinette es una mejor oportunidad para conocer lugares que no sea sólo París.