Acomodó sus pantalones en conjunto de su camisa en la mochila negra que llevaría hasta afuera, sus zapatillas y sus lentes.
Salió del baño y vio a Nay, junto a ______ despiertas, estas sólo lo miraron, pero no dijeron nada más y george tampoco les tomó importancia.
Guardó su celular y se dispuso a despertar a su amigo.
- Ha… -paró en seco, al recordar que no estaba sólo, y estaba casi seguro que las chicas, lo escuchaban atentamente- Marie, mujer -lo zamarreó un poco- oye, despierta -un Josh somnoliento lo miró sin entender- voy a salir, me llevo el auto.
- ¿Qué? -se sentó en la cama- eso quiere decir que ¿me voy caminando?
- Lo siento -se colgó la mochila- saldré con mi novio -trató de recalcar la última palabra, de tal forma que su amigo entendiera la indirecta.
- Claro -asintió, guiñándole un ojo- no importa sal, te llamo después -george le sonrió y se dispuso a abrir la puerta de la habitación, pero sintió las miradas de las chicas, se volteó algo confundido y en efecto, las dos lo miraban expectantes.
- ¿Sucede algo?
- Nada -habló Nay- sólo que llevas ¿un polerón de hombre? -george se miró y efectivamente, el detalle se le había pasado, ¡Llevaba su poleron!
- Es... -trató de idear una mentira creíble- de mi novio, eso, de mi novio, me lo quedé y bueno… -fue interrumpido.
- No nos des explicaciones Katy -otra vez con el tonto nombrecito, ¿tan difícil le resultaba decir Kate?- que no nos interesa -le sonrió.
- Ah es que como ella, me dijo… -nuevamente la voz de la morena lo cortó.
- Ya, no importa, vete -¿por qué ella era tan bipolar?- ¡Vete!, tu novio te espera -rió irónica, en la última frase, y george no entendió el por qué.
- No te bur… -ni siquiera lo dejó terminar.
- ¡Vete!, que debo hablar con Nay, algo privado -marcó lentamente la última palabra- como ves tu amiguita se durmió no escuchará nada, sólo faltas tú, así que pues abre esa puerta y sal tras ella.
- ¡Eres condenadamente Insoportable! -se atrevió a decirle, para luego pegar el portazo de su vida.
Esa chica tenía serios problemas de bipolaridad, ayer por la noche, no había sido tan pesada ni antipática como ahora, ¿Por qué él, le caía mal?, ¿había hecho algo malo?, no nada, que recordara por lo cual no entendía porque ____ era tan malhumorada y poca amistosa con él, o mejor dicho con Kate.
Salió del instituto y buscó una cafetería cerca, se tomó un café para matar el tiempo, y entró al baño, comenzaba a extrañar su ropa de hombre, su colonia, o sus zapatillas, ¡Por fin volvería a ser george!, llevaba una semana haciéndose pasar por una mujer, y ya lo odiaba es que ¡las mujeres eran tan complicadas!
Mojó su cabello, estaba tan seco a causa de la peluca y tan aplastado, por lo que un poco de agua le vendría bien, se puso sus lentes, y listo.
Adiós Kate Benson.
Hola george shelley.
Estacionó su auto frente a la entrada del instituto, quedaban pocos minutos para el mediodía, se apoyó en la parte delantera del auto y le entraron los nervios. ¿Qué pasaba si Leah lograba reconocerlo? Claramente no a george, reconocer a Kate y compararlos y ahí tendría serios problemas.
Varias chicas empezaron a salir, algunas las recogían sus padres, o amigos, buscó con la mirada a su novia, pero no la veía.
Más de alguna chica, fijó su vista en el moreno que estaba sexymente apoyado en aquel auto. ¿A quién vendría a buscar?
_____ acomodó mejor su casco en el brazo izquierdo, levantó la cabeza y lo vio... ¿quién era?
Apoyado con los brazos cruzados, tenía un semblante serio, era alto, bueno más alto que ella, cabello castaño casi rubio liso, estaba mojado y eso le hacía ver irresistible.
Claramente buscaba a alguien, en un momento la mirada del chico se fijó en ella analizándola descaradamente, se quedó estática, aunque el chico tuviera lentes, podía sentir como la miraba muy fijamente y eso le estaba incomodando, hasta que... ella se le colgó al cuello.
Rió y negó con la cabeza mientras se dirigía hacia su moto.
Nunca terminaría de conocer a la puta de Leah Collins.
¿Su novio sabría todo lo que le esconde la señorita perfección?
